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La salida de la reunión de los principales cuadros de Juntos por el Cambio en el galpón Milagros fue una demostración cabal de la efervescencia y de los cortocircuitos internos que experimenta la coalición.
Uno de los datos que más llamó la atención fue la ausencia de Patricia Bullrich, que sorprendió incluso a Mauricio Macri. La foto de la unidad que quería presentarse a la sociedad terminó mostrando las rupturas internas. Y, como dato significativo, otra falta no dejó de pasar desapercibida: la de María Eugenia Vidal.
Mientras que la ausencia de ex gobernadora puede explicarse por la necesidad de preservarla ante las presiones y definiciones que podrían exigírsele, la de Bullrich causó preocupación, ya que no es común que la presidenta del -hasta ahora- partido hegemónico de la coalición esté ausente de un encuentro de esta envergadura.
Los interrogantes sobre esta determinación se aclararon con el paso de las horas. La líder Pro está enojada con Mauricio Macri, a partir de sus declaraciones ante un auditorio de emprendedores en Mendoza, en el que informó: "Voy a ayudar a contener egos, que entienda todo el mundo que no hay que adelantar el 2023 al 2021”.
Del entorno de Patricia Bullrich se preocuparon por difundir su opinión sobre las declaraciones de Macri y la reunión de cúpula de Juntos por el Cambio: "Fue una grasada". La ex ministra interpretó que el ego que el presidente prometió contener era el suyo. "Ya estoy grande para pelearme por egos", respondió públicamente. "Sí, se enoja y prepárate", agregaron desde su círculo más estrecho.
Pero Mauricio Macri está asustado. Está convencido de que Horacio Rodríguez Larreta quiere eliminarlo de la escena pública, incluso poniendo en riesgo su propia libertad a partir de las múltiples causas que lo incriminan y que, por ahora, permanecen “cajoneadas”.
Si el jefe de Gobierno porteño consigue imponer su liderazgo, se tiene que “ir del país”, confió el ex presidente. Algunos gestos -como la eventual propuesta de que Bullrich vaya en el tercer lugar de una lista encabezada por Vidal que echó a rodar el larretismo- demuestran que el objetivo es Mauricio Macri y no Patricia Bullrich. Pero en las proximidades de la ex ministra lo descartaron de plano: “Eso no tiene sentido”. El choque en las PASO no podrá evitarse.
Tampoco cayó bien en el entorno la directiva que le bajó el ex presidente: “Prepárate para la guerra”. “Patricia es la titular del Pro, no una empleada de Mauricio”, subrayaron con enojo, mientras que aseguran que su objetivo es la presidencia de la nación en 2023. Un sueño que, día a día, parece alejarse más. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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