El empresario inmobiliario Mariani Yacoub se negó a declarar en una causa por robo, estafa y extorsión

Roberto Carlos Mariani y Viviana Yacoub constituyen un matrimonio cuyos negocios inmobiliarios trazan una larga historia de polémicas. Juntos lograron amasar una pequeña fortuna y vivir en el country Grand Bell, donde se han descubierto desde casinos clandestinos hasta tráfico de drogas. Por otra parte, ella ha sido señalada por el Colegio de Martilleros platense de no tener el título de martillera, a lo que Yacoub respondió con la presentación pública de un documento otorgado por la Universidad Siglo 21, acusada de estafas en 2014. No obstante, lo curioso es que se graduó meteóricamente: 34 materias en dos años.

Denuncias y causas judiciales se han cursado una tras otra en su contra, en su mayoría de parte de sus propios clientes. Mientras tanto, presuntas vinculaciones con la Justicia los habrían ayudado a sortearlas paulatinamente. 

Mediante usurpaciones ilegales del loteo Altos de Romero, en Abasto, hasta literalmente robar un campo a los tiros en General Belgrano, el modus operandi de la pareja sería siempre el mismo. Buscan un terreno extenso, rural, algo alejado de los cascos urbanos y lo toman a través de gente que contratan por unos pocos pesos para intimidar a los legítimos propietarios. En pocos días, se remueven los alambrados viejos, se colocan los nuevos y se toma posesión a través de cartelería. Además, colocan en el predio usurpado una casilla en la que instalan a un matón contratado para evitar cualquier tipo de reclamos de los verdaderos propietarios.

Mariani utilizaba su propio teléfono celular para vender los loteos.

En este contexto, Mariani está procesado por “delito de robo, estafa y extorsión” en cinco hechos concretos, todos en concurso real entre sí en los términos de “los artículos 164, 172, 168 y 55 del Código Penal”, tal como reza el expediente judicial. Sin embargo, en la audiencia del pasado11 de junio, el polémico empresario inmobiliario se negó a declarar por las violaciones mencionadas. Y sí compareció su abogado Nicanor María Garganta, quien manifestó aceptar el cargo imputado.

Expediente judicial.

HECHOS

Bajo la metodología recientemente descripta, Mariani perpetuó otra de sus polémicas actuaciones por la que, esta vez, sí está siendo observado por la lupa judicial. Entre los meses de septiembre y octubre de 2019, al menos tres hombres –dos de ellos identificados como policías- ingresaron al predio rural sito en ruta provincial 36 y calle 474, y aprovecharon el infortunio particular de dicha familia extranjera -japonesa- que vive en Argentina desde hace varios años, para apoderarse ilegalmente de varias herramientas y máquinas de trabajo de los mismos alegando que las guardaría para evitar que las mismas sean robadas.

De este modo, uno de ellos desarmó el galpón propiedad de la víctima Héctor Hugo Ishihara, sustrayendo las chapas del mismo. La larga nómina de denunciantes damnificados e intimidados la completan: Tauichiri Puqui Feliz, Farfán Jacinto Ortiz, Ever Abran Vasco Tolava, Vilayo Aurelio Gira Vega y Francisco Eleydo Flores Guerrero, a quienes los obligaron bajo amenazas a una disposición patrimonial perjudicial de 20, 18, 10, 17 y 25 mil pesos, respectivamente. Como perlita, y si bien no se presentó a prestar testimonio, vale agregar que curiosamente Mariani afirmó estar “separado”. ¿Será que, con la soga al cuello, pretende eximir de responsabilidades a su esposa? (www.REALPOLITIK.com.ar)

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