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A la deriva
Fracasa el congelamiento de precios y el dólar se dispara hasta 200 pesos
En tan sólo unos días, la resolución de Roberto Feletti provocó un caos en la economía nacional. La divisa norteamericana se salió de control, el riesgo país es el más alto desde el 2020 y los supermercados comenzaron a mostrar faltantes de mercadería.
El flamante secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, inauguró su resolución 1050/2021 con un rotundo fracaso. Lejos de plegarse, los empresarios de los rubros más sensibles, como los alimenticios y las bebidas, se mostraron reacios a adaptarse a las medidas y hasta amenazaron con un desabastecimiento de productos en numerosos híper y supermercados.
Lejos de una rebelión, el desabastecimiento es por el contrario casi inevitable. Más allá de las intenciones que se esconden detrás del congelamiento de precios, en la práctica resulta poco menos que inviable. Incluso los supermercados que se sumaron a la iniciativa, la mayoría de ellos del conurbano bonaerense, admiten que sólo rebajaron los precios en aquellos productos que ya tenían en stock.
“Es imposible mantener esta política cuando haya que recomprar la mercadería. Si el proveedor nos vende los productos al precio habitual de mercado, no es posible sostener los valores de octubre, porque iríamos a pérdida. En algunos rubros, como bebidas alcohólicas, estamos hablando de más de un 50 por ciento de pérdida. En ese caso, simplemente nos negamos a recomprar el producto y esa góndola en particular quedará vacía”, aseguraron desde la cámara que agrupa a los supermercados de la provincia de Buenos Aires.
Ofendido, Feletti aseguró que de encontrar este tipo de irregularidades, el estado intervendrá clausurando comercios. La amenaza fue un “tiro por la culata” para las estrategias macroeconómicas del ministro de Hacienda, Martín Guzmán, quien recibió la orden de Cristina Fernández de Kirchner de mantener la economía controlada hasta el 14 de noviembre.
En pocas horas, la política cambiaria del gobierno entró en un remolino de autodestrucción y el dólar blue alcanzó los 200 pesos en algunas plazas del mercado, presionando aún más sobre los precios de compra de los supermercados. Guzmán apeló al endurecimiento del cepo cambiario y la estrategia fue entendida como una forma grotesca de darle el brazo a torcer a los índices del Indec, que publicará su informe tres días antes de las elecciones de noviembre.
Las consecuencias fueron desastrosas. En sólo tres días, el dólar informal subió casi un 5 por ciento, un total de 8 pesos, para superar los 196 pesos y manejarse el contado con liquidación por encima de la barrera de los 200 pesos. El riesgo país subió 15 unidades para superar los 1.667 puntos básicos, el más alto desde el default del 10 de septiembre de 2020. Los supermercados ya comenzaron a mostrar góndolas vacías y ya exhiben carteles que anuncian el faltante de productos. La inyección de pesos a través de programas de urgencia del gobierno nacional provocó una mayor demanda de dólares, presionando aún más sobre las escasas reservas del Banco Central.
En los pasillos de Casa Rosada se encendió la alarma. En las últimas semanas, el gobierno se acostumbró a esa señal de peligro que pareciera no apagarse nunca. En los países de América Latina en donde se disparó el dólar, las autoridades monetarias apelaron a reducir el gasto público y limitar el circulante de moneda oficial en el mercado, pero esa no es una opción para un gobierno cuya política es la de “poner platita” en el bolsillo de los contribuyentes. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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