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29 de octubre de 2021 | Séptimo Arte

Entrevista REALPOLITIK

El mecanismo de Lost para evitar filtraciones de sus episodios

Michael Bonvillain fue uno de los directores de fotografía de la serie que cambió la forma de mirar televisión. En una entrevista con REALPOLITIK habló de su paso por este show y cómo impactó en su vida.

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por:
Federico Carestia

Se puede decir lo que sea de Lost y su desenlace, que no recibió las mejores críticas tanto por parte de los especialistas como por parte de los fans, pero de ninguna manera se puede poner en duda el impacto que tuvo en la cultura. A partir de la llegada de esta serie creada por Jeffrey Lieber, J.J. Abrams y Damon Lindelof (con desarrollo sustancial de estos dos últimos), la forma en la que se vio televisión no fue la misma.

Lost apareció en el año 2004, justo en el auge de los foros, de internet y la piratería, años antes de que se popularizara la primera red social y que Netflix se volviera una parte indisociable de la forma de consumir series y películas. De la mano de las páginas web comenzaron a aparecer los primeros debates que antes se daban en la oficina y ahora eran trasladados al mundo 2.0. Allí se teorizaba sobre el futuro de los personajes y de la serie en general, así como también se compartían links para para poder descargar episodios y subtítulos.

El formato del cliffhanger que ya se utilizaba en otras producciones se volvió la regla de la mano de Lost. Cada episodio terminaba con una secuencia impactante que dejaba a los fans siete días especulando con lo que podía pasar con Jack, Locke, Kate o el personaje que fuera en esa misteriosa isla. Esto, por supuesto, implicó que los guiones de la serie ganaran un valor extra. Las famosas filtraciones que luego sufrieron, por ejemplo, en Game of Thrones, atentaban contra los misteriosos desenlaces de Lost.

Por eso, el equipo de Bad Robot, la productora de J.J. Abrams, ideó una forma para terminar con estas prácticas tan nocivas. Michael Bonvillain, director de fotografía de la serie, contó cómo era el sencillo sistema con el que salvaron la historia y se ahorraron muchos dolores de cabeza. Claro que para llegar con la solución definitiva, tuvieron que pasar por una sucesión de pruebas y errores. "En Lost nos daban los guiones que tenían marcas de agua. Mi nombre cruzaba cada página, en color gris, gris claro. Los recibimos, nunca había visto un guion con marca de agua en mi vida. Nos los dieron impresos, creo que Stephen Storer era el diseñador de producción, tomó el guion, le sacó los ganchos, lo puso en la impresora, puso muy bajo el contraste, lo fotocopió y su nombre ya no estaba. Claramente, la marca de agua era algo estúpido", recordó Bonvillain.

Para solucionar este llamativo inconveniente, desde Bad Robot se les ocurrió la mejor solución. "Cambiarían una coma, un punto, o diría: 'Tenía pelo negro', 'tenía pelo oscuro'. Entonces con el guion que fuera que se filtrara, era: 'Ah, él era el que tenía el guion con el pelo negro'", recordó el director de fotografía de Lost, al tiempo que aclaró: "A mí no me importaba, yo no quería filtrar nada, no era algo que me interesara, y respeto los proyectos".

El cambio de vida y las comodidades del rodaje

Para Michael Bonvillain, rodar en Lost fue un antes y un después. Si algo destacan muchos de los involucrados fue la posibilidad de viajar a Hawaii para rodar por algunas semanas, que podían convertirse en meses en caso de estar más tiempo en el show. "Fue asombroso", contó, y señaló que se la pasaba en la playa, donde iba a surfear. 

Cada día de trabajo, los responsables de cargar los camiones de rodaje llenaban los vehículos con los equipos de filmación y sobre el techo llevaban tablas de surf. "Estos tipos eran muy buenos. Para los parámetros de ellos yo no podía surfear, pero aprendí a surfear en Lost, eso me cambió la vida", contó el director de fotografía. Las comodidades no se terminaban ahí y instancia previa al rodaje podía disfrutar del lugar mientras otros lidiaban con los constantes cambios de clima de la isla.

"La continuidad con la iluminación era muy difícil. Empezabas a la mañana y estaba lloviendo. A los cinco minutos salía el sol y estaba soleado. Ahora está nublado. Ahora otra vez soleado. Pero teníamos grandes grips, con telas que ponían entre los árboles. Fue difícil. Para mí era fácil: 'Ponelo ahí... ¿Hay más alitas de pollo?'. Para mí no fue complejo desde lo físico, pero para mi equipo fue muy difícil. Tenían que planificar con anticipación", recordó Bonvillain.

El director de fotografía señaló que en Hawaii tenían un clima que hacían llamar "rayo de sol líquido", en donde no había ninguna nube en el cielo pero igual llovía. "Estabas parado bajo la lluvia y no había nubes. Eso pasaba y te preguntabas: '¿cómo rodamos?'", aseguró el realizador. El principal problema era la cantidad de protagonistas que tenían: 14. "Por ahí en una escena necesitábamos 14 primeros planos. Querían poder cortar a cualquier personaje en cualquier momento de cualquier escena. Fue terrible, lo fue", aseguró. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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Federico Carestía, Michael Bonvillain

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