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2 de noviembre de 2021 | Provincia

Conflicto sin fin

Toma en Guernica: Al día de hoy, Kicillof benefició con 151 millones a los okupas

Mientras economistas de uno y otro lado de la grieta política reclaman por estrategias económicas de mediano plazo y la creación de empleo legítimo, la gestión de Axel Kicillof continúa apostando por planes y premios para quienes se queden con tierra ajena.

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La toma de tierras en Guernica se inició el 20 de julio de 2020, unos 120 días después del decreto presidencial que estableció el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO). Durante la cuarentena se había incrementado notablemente el número de tomas a punto tal que, sólo en la provincia de Buenos Aires, se relevaron más de 3 mil.

Aquel 20 de julio, unas 2.500 familias se presentaron al mismo tiempo (y como por arte de magia) en un predio privado de 100 hectáreas en Guernica, dentro del partido de Presidente Perón. Los propietarios se presentaron ante la Justicia y solicitaron un desalojo, pero éste no se hizo efectivo hasta el 1 de octubre cuando, al frente de un imponente número de efectivos de la Policía Bonaerense, el ministro de Seguridad Sergio Berni logró hacer retroceder a las masas.

Según el propio titular de la cartera de Seguridad bonaerense, parte de los grupos aceptaron un “trueque” que consistía en retirarse a cambio de subsidios y la promesa de una inclusión en el Plan de Vivienda. Comenzaba así una oscura historia de extorsión en la que los usurpadores, lejos de pagar por cometer el delito de ocupar tierras que no les pertenecen, son “premiados” por el gobierno K.

En las últimas horas, el ministerio de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires, a cargo del dirigente de La Cámpora, Andrés “Cuervo” Larroque, elaboró un informe que pone negro sobre blanco en la cantidad de dinero que el estado provincial, actualmente en una virtual quiebra financiera por no poder asumir sus compromisos de pago, ha gastado en “premiar” a los usurpadores.

“No nos olvidemos que los usurpadores también votan”, aseguró a REALPOLITIK un funcionario del ministerio de Desarrollo ante las preguntas por la toma. A la luz de las cifras, el gobierno ciertamente lo ha tenido en cuenta. Tan sólo en el año y medio que transcurrió desde el inicio de la toma, el ministro Larroque invirtió 151.726.533 millones de pesos en diferentes acciones y asistencia a las familias.

Del monto mencionado, un total de 63 millones tuvieron como destino la implementación de subsidios monetarios para las familias de los usurpadores, 26 millones en alimentos, ropa de abrigo y mobiliario, y los 62 millones restantes a entregas de materiales, mano de obra y mejoramiento.

Resignados a lo inevitable, los propietarios de las tierras tomadas comenzaron dividirse entre aquellos que continuaron caminando los pasillos de la Justicia y los que se resignaron y comenzaron a hacer acuerdos con la provincia para donar sus tierras. En total, se donaron cerca de 59 de las 100 hectáreas en conflicto.

Mientras tanto, la política de turno siguió afilando su sentido de la oportunidad y ofreciendo asistencialismo para cooptar miles de futuros votantes. Con respecto a la asistencia alimentaria y sanitaria producto de este evento, sólo durante el 2020, el ministerio de Larroque entregó 46.600 kilos de alimentos secos, 1.400 litros de leche larga vida, 2.500 botellas de agua, 3.300 bidones de agua, 1.240 colchones y almohadas, 2.200 frazadas, 480 litros de alcohol en gel, 3.160 barbijos, 544 kits de limpieza y 42.256 pañales. Además de chapas, tirantes y clavaderas.

En lo que va del 2021, se entregaron además 40 mil kilos de alimentos secos, 23 mil pañales, 1.200 kits de higiene, 850 de limpieza, 50 camas y almohadas, 324 frazadas. Además, reciben módulos alimenticios y kits de higiene y limpieza 200 familias cada quince días.

De este modo, y a pesar de que economistas de uno y otro lado de la grieta explican hasta el hartazgo que la solución no pasa por el asistencialismo -una respuesta inmediata pero vacía de contenido y reparaciones realistas y sostenibles en el tiempo-sino en la creación de trabajo, el gobierno continúa premiando la usurpación y el delito. En tiempos de crisis sin fin, de compromisos de deuda impagos y de elevadísimos niveles de desempleo, la falta de una estrategia profunda y a mediano plazo se evidencia en cada esquina. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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