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“Tengo un lugar en Paraguay para que trabajes de prostituta”, le habría dicho su agresor a Valeria Vilma Zapach, la víctima y trabajadora del IOMA, a quien también amenazó con arrojarle ácido en la cara. Otro caso de funcionarios que no saben aplicar la ley Micaela.
Luego publicar una nota sobre los maltratos ejercidos por una funcionaria del Instituto de Hemoterapia hacia una trabajadora víctima de violencia laboral, este medio recibió otra grave denuncia. Se trata del caso de Valeria Vilma Zapach, una administrativa del IOMA que no solo no recibió la asistencia que corresponde, sino que, por el contrario, fue gravemente destratada y revictimizada por una funcionaria.
Según la denuncia, Marcelo Ángel Parolini, con quien salió por ocho meses, la habría amenazado con diversas cosas, como mostrarle fotos íntimas de ella a sus compañeros de trabajo. Además, habría inventado perfiles falsos en redes sociales, usando sus fotos y datos reales, para citar hombres, tanto a su casa como a su trabajo, para mantener relaciones sexuales.
Como si todo esto fuera poco, el agresor habría amenazado a Zapach con tirarle ácido en la cara diciéndole: “Tengo un lugar en Paraguay para que trabajes de prostituta”. Según la denuncia, pidió cosas a nombre de ella y llamó a distintas farmacias asegurando que había débitos indebidos, porque Valeria prestaba servicios en la dirección de Farmacias de IOMA.
El pasado 29 de enero la víctima decidió solicitar una licencia para mujeres víctimas de violencia de género porque una persona ajena al Instituto ingresó a la dependencia en la que ella trabaja a buscarla. Era alguien que también había sido captado a través de los perfiles falsos creados por su ex en las redes sociales. Tras esta situación, personal policial de IOMA la interrogó en forma indebida, sin testigos, haciéndola sentir “intimidada y expuesta”.
ATERRORIZADA Y CON TRATAMIENTO PSICOLÓGICO
“Verónica Martínez Black, con la anuencia de la presidencia, al principio se solidarizó, pero a los pocos días le dijo que se sentía incómoda con eso y la mandó a atender al público a planta baja. Creían que todo lo que estaba diciendo era mentira y ahora ella está aterrorizada, con tratamiento psicológico, en su domicilio”, aseguró una fuente confidencial involucrando a la subdirectora Técnico Científica de Farmacia del IOMA.
Zapach trabajó 22 años en la dirección de Farmacias y, por una decisión arbitraria, la trasladaron a atención al público sin contemplar la ley Micaela. En este marco, referentes de IOMA de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), decidieron apoyarla en un intento de subsanar las injusticias cometidas en su contra. El resto de la novela, aún está por verse. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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