“La ley de Semillas en Argentina se está tratando de reformar desde hace mucho tiempo”

"En líneas generales la ley de Semillas en Argentina se está tratando de reformar desde hace mucho tiempo, se arremete en ciertos periodos donde entienden que la correlación de fuerzas está como para poder llevar adelante el proceso de reforma", comenzó Carla Poth.

En este sentido, la investigadora explicó: "Lo cierto es que suelen hacer malas lecturas en ese proceso porque hemos conseguido frenar al menos tres intentos fuertes de reformular la ley durante diferentes gobiernos. Es importante dar cuenta que la reforma de la ley de Semillas no tiene un color político específico, hemos frenado procesos en 2016, en 2018, 2019 y no nos sorprende que nuevamente se intente de nuevo".

Asimismo, criticó al ex ministro de Agricultura, Pesca y Ganadería: "Julián Domínguez históricamente propone estos procesos de reforma, desde sus inicios en la secretaría y ya luego desde el ministerio". Desde este aspecto, sobre lo establecido actualmente en la ley, contó que "sería la posibilidad para los agricultores de reproducir sus propias semillas para el consumo propio y lo único que se prohíbe es la comercialización de esas semillas". Sin embargo, la reforma "intenta -dicho por Julián Domínguez- eliminar ese uso propio que está anclado en la ley y es el artículo más comprometido cada vez que buscan la reforma de la ley".

A su vez, la profesora de la Universidad Nacional de General Sarmiento indicó: "Lo problemático es que se meten en todas las semillas y lo más interesante en términos de problematizar por qué decimos que es una privatización. La cuestión de la biotecnología y transgénicos ha permitido que uno se pueda registrar como obtentor de una nueva semilla para comercializarla, pero también las empresas pueden patentar y la reforma va en esa línea".

El proceso que se busca habilitar hace que las semillas, además de ser registradas en el INASE, "se puedan comercializar y una vez vendidas se pueda cobrar por aquellas que son destinadas a la plantación. Lo que se busca es no solo habilitar la utilización de esa semilla, sino que se pueda cobrar por el patentamiento de la semilla".

Acerca de qué sucede con esto en países como Estados Unidos, Poth dijo: "Los organismos se han metido en campos de productores y reconocido que las semillas son generadas por otras empresas sobre las cuales no se han pagado patente o derechos de obtentor y se les inicia un juicio a los productos agropecuarios". "El caso más emblemático es el de un productor canadiense que nunca había comprado a la empresa porque no producía transgénicos, pero contaminó su campo y lo obligaron a pagar la patente", comentó la especialista.

Y cerró: "Este caso muestra que todo esto no solo va en contra de los productores, que van a tener mayor costo en los insumos a utilizar, pero sin producir esas semillas corren de todas maneras el riesgo frente a la contaminación cruzada de que la semilla termine siendo de la empresa a la que no se le quiso comprar". (www.REALPOLITIK.com.ar) 

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