Misa K: Risas, burlas y la tacaña actitud de Axel Kicillof captada por las cámaras

Sin dudas, la oposición privilegió el cálculo político y no quiso aparecer compartiendo un escenario –aunque fuese religioso y por la paz- con el oficialismo, y pegó el faltazo. Así, la "misa por la paz" terminó convirtiéndose en una “misa cristinista”, situación que generó  polémica y juicios muy negativos de los fieles y de las autoridades eclesiásticas.

Sobre todo, un punto que generó indignación fue el hecho de que, al tomar la comunión, varios funcionarios no tenían ni idea de cómo hacerlo.

En vista de las reacciones que se produjeron, el arzobispo de Mercedes-Luján, Jorge Eduardo Scheinig, pidió disculpas por su error de no haber invitado a los políticos opositores personalmente, en lugar de dejar la convocatoria en manos del municipio que administra La Cámpora.

En medio de la ceremonia, Scheinig intentó componer ese error, al afirmar: “Quisiera hacer una aclaración. Este fin de semana los obispos de la Argentina invitamos a todo el país a rezar por la paz y no pensamos en una misa ni en un evento central. Pero cuando el intendente de Luján me propuso hacer esta misa le dije que sí. Pero fue creciendo la envergadura de la misa y yo quiero pedir disculpas”.

Por si fuera poco, buena parte de los presentes no sólo no sabían cómo comportarse al momento de comulgar, sino que tampoco se preocuparon por respetar las mínimas formas y comportamientos dispuestos para las celebraciones del credo católico: varios mantenían sus cabezas cubiertas, otros no paraban de hablar entre sí y hasta algunos aparecieron burlándose del evento del que participaban.

De hecho, hay un extracto de la transmisión oficial que habla por sí solo. Al momento de las donaciones la mayoría de los funcionarios son filmados riéndose ante lo que parece ser una avivada: no dejar ningún aporte económico para la institución.

Los casos de Axel Kicillof y Alberto Fernández merecen un párrafo aparte. Acostumbrados a los gastos cubiertos por el estado, ninguno de los dos tenían dinero encima, por lo que ambos reciben dinero de sendos asesor segundos antes de las donaciones. Llamativamente, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, quien proviene de una familia de judíos no practicantes, parece considerar que los billetes que le acercaron son demasiados y lleva la mayoría de ellos a su bolsillo.

No era una mala idea la de convocar a un encuentro común más allá de las banderías políticas, organizado por una institución no partidaria, para expresarse en favor de la paz y la reconciliación de los argentinos. Pero, como siempre, aún las mejores intenciones terminan naufragando.  Y todo lo que podía fallar, falló. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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