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12 de noviembre de 2022 | Nacionales

Ministerio de Desarrollo Social de la Nación

La “pesada herencia” de Victoria Tolosa Paz

Para alegar la incidencia de una “pesada herencia”, en este gobierno no hace falta señalar a la oposición. Aunque tal vez sin denominarla de este modo, todas las miradas del Frente de Todos señalan por ejemplo a la gestión de Martín Guzmán. Tal vez por sus desaciertos. Tal vez por su carencia de espalda política.

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En las últimas horas ha saltado a la luz otra “pesada herencia” interna del gobierno de Alberto Fernández. Una denuncia sobre la falta de control en los planes sociales por parte del ministerio de Desarrollo Social de la Nación demostró que al menos 2800 muertos los cobran fraudulentamente a través de terceros.

No es la única denuncia que le toca afrontar a la ministra Victoria Tolosa Paz, ya que viene a sumarse a un informe reservado, producto del entrecruzamiento de datos llevado a cabo por la AFIP, sobre diversas irregularidades en la puesta en marcha del programa Potenciar Trabajo. En el documento se comprueba que un 18,30 por ciento de sus beneficiarios había presentado declaraciones juradas de Bienes Personales (253.184) y 35.398 (2,56 por ciento) habían comprado “dólares ahorro” en los últimos seis meses.

Inmediatamente la oposición salió a formular denuncias de corrupción y de comisión de diversos delitos por parte de los funcionarios albertistas. Para Waldo Wolff se trata de “una estafa”. Y no sólo responsabilizó a Juan Zabaleta -el anterior titular de la cartera-, sino a Tolosa Paz, reprochándole que "permitió que casi 3 mil personas fallecidas accedieran al plan Potenciar Trabajo". No se quedó en eso. También exigió que "se le inicie una acción penal por estafa a quienes falsearon identidad e investigar a las organizaciones sociales que administraron los planes”.

Gerardo Morales, en un acto partidario en Misiones, exigió una autocrítica a las organizaciones sociales. "Te meten 5 mil personas en la 9 de Julio, pero para conseguir beneficios y montar un estado paralelo”. 

Emilio Monzó, el zigzagueante diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, no sólo criticó enfáticamente las irregularidades constatadas, sino que formuló una “propuesta superadora”: "Transformar las prestaciones del programa Potenciar Trabajo en incentivos para la contratación".

El problema que plantean las organizaciones sociales es que, tras haber desempeñado un papel de contención durante la crisis de 2002, no dejaron de crecer al amparo de la destrucción del trabajo formal en la Argentina. Y en este crecimiento exponencial fueron convirtiéndose en una especie de gigantescas pymes, en su mayoría dispuestas a negociar con el gobierno de turno planes, asignaciones y hasta la realización de obra pública.

Juntos por el Cambio no puede hacerse el desentendido, ya que durante los cuatro años de su gestión tuvo lugar una verdadera “primavera de planes” para contener los reclamos y pacificar las calles.

Pero la raíz del problema está en otro lado y es la destrucción del empleo formal y adecuadamente remunerado en nuestro país. Sin cambios estructurales, no hay escapatoria al “pobrismo” que denuncia constantemente Miguel Pichetto. Mientras que contratar a un empleado en blanco continúe siendo más un problema que una solución, y que los salarios de los trabajadores cada vez tengan menor capacidad de compra, la pobreza y la indigencia no dejarán de crecer. Y con ellas, las organizaciones sociales, y las irregularidades y delitos que naturalmente trae aparejado el manejo de cajas fabulosas sin control alguno. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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