Télam descartó un posible fraude en Brasil a través de un informe que nunca investigó el tema

Semanas antes de la realización de los comicios medios y analistas daban por descontada una arrasadora victoria de Lula Da Silva, haciéndose eco de los resultados que arrojaban diversas encuestadoras. Por supuesto, del lado de Jair Bolsonaro aseguraban que las encuestas formaban parte de una operación política.

Finalmente, el resultado quedó muy lejos de ese pronóstico, en los que Lula se impuso con un 50,9 por ciento de los votos frente a un 49,1 obtenido por Bolsonaro. Quienes anticipaban una victoria lulista por algo más de 6 puntos, quedaron desconcertados ante tal error de cálculo.

Rápidamente, militantes de Bolsonaro y ciudadanos en general comenzaron a poner en duda la transparencia del sistema electoral brasileño, pues pese a que se utiliza el sistema electrónico de votación, este podría ser, de acuerdo a la opinión de varios expertos, tan vulnerable como el sistema en papel argentino.

De este modo, el gobierno brasileño ya presidido por Lula encargó una investigación, con el objetivo de calmar las aguas de millones de personas vueltas a la calle e incluso llegando a tomar el congreso nacional, generando caos y temor. Quienes sugirieron este trabajo de análisis de los códigos emitidos por las máquinas de votación electrónica fueron técnicos militares, con el objetivo específico de inspeccionar el sistema de votación electrónico.

Sin embargo, en ningún momento, el informe que solicita esta investigación pone pedir especial atención en posibles indicios de delitos electorales, como puede ser el acceso a la red durante la compilación del código fuente de las máquinas durante el proceso, lo que supondría un altísimo riesgo de seguridad.

A pesar de ello, la agencia de noticias Télam que dirige Bernarda Llorente señaló que el ministerio de Defensa lusitano había entregado el informe definitivo “sin señalar fraude”, a sabiendas de que las posibilidades reales de fraude nunca habían sido solicitadas como puntos a ser investigados. Así se desprende del artículo publicado por la agencia estatal.

En ese marco, Brasil aún continúa convulsionado. Son millones los que descreen del resultado electoral y piden la intervención militar el gobierno. Sin embargo, fieles a su estilo, los K prefieren mirar para otro lado cuando se trata de amigos o aliados utilizando las operaciones mediáticas cuando resulta necesario. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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