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21 de febrero de 2023 | Nacionales

Massa, la esperanza

¿Es posible cumplir con el FMI y ganar una elección?

Sergio Massa tiene a su cargo la resolución de un verdadero galimatías: conformar el FMI y crear las condiciones que permitan que el Frente de Todos pueda competir con chances en las  elecciones de este año.

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Se trata de una tarea ciclópea en la que además de las presiones y eventuales golpes de mercado, deberá afrontar las propias presiones internas para tratar de mejorar los humores del electorado a la hora de emitir su voto.

Con un ojo puesto en el escenario interno y otro en el internacional, Sergio Massa confirmó que sigue manteniendo el 60 por ciento la meta de inflación para este año. El indicador de enero no ayuda y el de febrero no parece dar razones para el optimismo. Los meses de marzo y abril, con aumentos tarifarios varios, la vuelta a clases y la puesta en marcha de la actividad normal, generan preocupación. Allí se jugará el futuro su plan económico.   

Otro de los indicadores determinantes en el tema inflacionario es la pauta de aumentos de salarios que terminarán consagrando las paritarias. Para el economista Carlos Burgueño, “la inflación de enero tuvo un muy mal resultado, febrero seguramente tendrá un valor menor que el mes anterior. La clave está en lo que suceda entre marzo y abril. El problema es que se abrieron las paritarias. El peronismo tiene definido que no puede ir a las elecciones generales con una inflación que le gane a los salarios, el tema es que eso no es magia y no se puede establecer con un decreto de necesidad y urgencia”. 

Los sindicatos que han mantenido una histórica cordial relación con el ministro de Economía exigen que los aumentos salariales superen el 60 por ciento. Y es que, al menos desde 2018, la caída en picada de los salarios prácticamente no se detuvo. Esto plantea un grave problema, ya que el gobierno no tiene la capacidad de regular los precios generales de la economía, y la respuesta inmediata de empresarios, formadores de precios y comerciantes ha sido siempre la de incrementar los precios por encima de las recomposiciones salariales. De este modo, si los gremialistas consiguieran un incremento de, por ejemplo, un 65 por ciento, las remarcaciones inmediatamente excederían el 70 por ciento, por lo que la pauta fijada por el ministro sería imposible de cumplir.

Queda claro que tomando en cuenta los indicadores de enero y las expectativas de febrero, las paritarias pueden significar un salto al vacío en términos de índice inflacionario. El ministro se encuentra sujeto, entonces, a una doble presión: la del FMI, que exige el cumplimiento de las metas, y la de sindicalistas y referentes del Frente de Todos, que precisan marcarle a los votantes las diferencias entre su oferta electoral y el terrible ajuste que plantea Juntos por el Cambio, consiguiendo que, al menos en el último año de esta gestión, los salarios le ganen a la inflación.   

La alternativa parece no tener solución y nadie –ni en el oficialismo ni en la oposición- querrían estar en los zapatos de Sergio Massa. Pero también existe un consenso amplio -que incluye a economistas que nada tienen que ver con el Frente de Todos, incluido a Domingo Cavallo y hasta a  algunos que integran la mesa técnica de Juntos por el Cambio- de que si alguien es capaz de conseguir llevar a la embarcación a buen puerto, aunque tal vez excediendo un poco ese 60 por ciento pronosticado, es precisamente el actual ministro de Economía. (www.REALPOLITIK.com.ar)


ETIQUETAS DE ESTA NOTA

FMI, Domingo Cavallo, Sergio Massa, Carlos Burgueño

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