“Wado” De Pedro, un vecino más de La Matanza

Tal es el caso de la renovada alianza entre Cristina, “Wado” de Pedro, Fernando Espinoza y Verónica Magario. Apenas un par de días después del acto político realizado en La Matanza, en el que el intendente postuló la necesidad de la candidatura de Cristina y el ministro del Interior se cansó de reiterar que el pueblo no deja de hacerle saber que quiere que sea nuevamente presidenta, este martes los tres últimos recorrieron los avances de la megaobra pública de Laferrere.

Sabido es que La Matanza es el distrito emblemático del kirchnerismo primero, y del cristinismo después, desde 2003. La alianza entre Néstor Kirchner y Alberto Balestrini fue determinante no sólo en la provisión de votos, sino también en la articulación del santacruceño con los intendentes peronistas del conurbano. Luego ese vínculo se mantuvo durante las presidencias de Cristina, hasta que la entonces presidenta le bajó el pulgar a la fórmula Julián Domínguez - Fernando Espinoza en las PASO de 2015. La consecuencia de esta decisión fue la pérdida de la provincia a manos de Cambiemos, y de las elecciones nacionales inmediatamente después.

A partir de entonces el vínculo experimentó altibajos. Fiel a la lógica de su espacio, Cristina bendijo a Magario para acompañar a Axel en la fórmula vencedora en 2019, pero también reiteradamente el intendente fue excluido de actos relevantes organizados en torno a la figura de la vicepresidenta. 

Pero ahora que hacen falta votos, el ministro del Interior parece haberse convertido en un vecino más del municipio, al que asiste cada vez con mayor frecuencia.
Además de los votos que provee la “quinta provincia argentina”, hay una negociación compleja en curso. El Movimiento Evita ha salido a disputarle la parada a Espinoza, y La Cámpora aún no ha decidido qué actitud tomar.

Pero sobre el intendente pesan graves denuncias sobre actos de abuso sexual sobre empleadas del municipio, que se reflotarán necesariamente en el marco de la campaña electoral. Si Espinoza acepta dar un paso al costado, obligaría a que Magario no forme parte de la fórmula para el intento de la reelección de Axel Kicillof. Y esto es lo que precisamente pretende La Cámpora, a cambio de lo cual se encolumnaría tras la actual vicegobernadora para confrontar con la candidata del Evita.

Los discursos de los referentes fueron muy similares y apuntaron a destacar el interés por el bienestar de los vecinos y el desarrollo de infraestructura, dos ítems cuya ausencia durante el gobierno de Macri y de Vidal se ocuparon por destacar los expositores. 

Al momento de su intervención, De Pedro enfatizó que “esta es una de las obras que estaba por comenzar en diciembre de 2015 y que la gestión de Cambiemos decidió frenar porque estas 700 mil personas que se benefician no viven en la Ciudad de Buenos Aires”. 

Y remató con un inusual gesto de ccnsideración hacia el presidente: “Estamos muy contentos porque con la vuelta del gobierno de Alberto y Cristina estamos terminando obras estratégicas para la felicidad, para la seguridad vial, para la solución cotidiana de los vecinos” quienes “ahora pueden contar con una ciudad más bella y segura”, sostuvo.

A su turno, Espinoza aseguró que “estas obras traen dignidad para nuestra gente, traen progreso, traen –en definitiva– lo que siempre quisimos, cambiarle la vida a nuestro pueblo”.

En la superficie, las dos visitas de “Wado” a La Matanza destilaron cordialidad y coincidencias. Todo lo contrario a lo que sucede en las negociaciones que tienen lugar entre el cristinismo y los líderes matanceros por la distribución de porciones de poder en la gobernación y el municipio. Una vez más, no se trata de amor, sino de espanto compartido ante la idea de un retorno de Juntos por el Cambio a posiciones ejecutivas en Nación y provincia. (www.REALPOLITIK.com.ar) 

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