Morales apostó a la originalidad y a la audacia para competir contra el Pro

Gerardo Morales, de él se trata, cree que ya puso un mojón importante en el camino hacia las primarias abiertas en las cuales tiene que medir fuerzas con los ya instalados precandidatos del Pro Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. Su consolidación de perfil híbrido que combina al político tradicional con el dirigente “Tres punto cero” que, con esfuerzo, intenta demostrar, se empezó a ver en un teatro de la porteña calle Corrientes como el famoso Gran Rex, ámbito que le quedó chico, tratándose de un lanzamiento nacional.  

Más allá de espacios de lanzamiento, el formato le permitió sacar enormes ventajas respecto de los famosos actos tipo “360” de estilo norteamericano diseñados desde el Pro que sólo lo protagonizan dos o tres centenares de militantes seleccionados. En tanto, el postulante radical demostró audacia y liderazgo al movilizar militantes desde distintos puntos del país.

Volviendo a su perfil híbrido, se notó cómo él admitió casi al pie de la letra una puesta en escena con lo más avanzado de la tecnología digital y tratamiento de contenidos, que no se agotó en lo formal, es decir a través de gigantescas pantallas, impresionantes juegos lúmínicos, transmisiones directas por redes sociales y hasta un atril que bajaba lentamente del entretecho del escenario. La originalidad también estuvo presente con la exposición de un temario de propuestas, que evidenció un previo y pormenorizado estudio cualitativo que detectó “nichos” entre las preocupaciones del electorado. 

Entre tales nichos, apareció alguna forma interesante de atacar a los detractores de la “clase política” sin adscribir al mensaje libertario de Javier Milei o dar un mensaje alentador de promoción de mayor seguridad sin necesidad de aludir a las fuerzas armadas. Suelen ser aquellas inquietudes que se descubren en “focus group” donde se realizan consultas a mujeres y hombres que representan perfiles masivos que se configuran por poder adquisitivo, inserción social, ocupación y otras categorías.

Dicen los correligionarios muy informados que una prueba del seguimiento a ultranza de los consultores del equipo asesor fue el de desistir del lanzamiento de críticas directas a Javier Milei porque, en interpretación de los sabios de las ciencias sociales, no aportaba a un ascenso de la aguja en el amperímetro. 

En tal sentido, se concluyó en la necesidad de delegar esos chispazos antilibertarios, pero a través de segundas líneas y no de boca del principal candidato que está más protagonizar una confrontación más focalizada con el Pro y con el kirchnerismo, aunque con distintas intensidades. Esto implica ser sutil con los socios “amarillos” y ser contundente y sin concesiones con el oficialismo. 

A pesar de la renuncia a descargar munición gruesa contra Milei, Morales intenta colar en su agenda algo que puede competir en esta movida contra la clase política y es el tema de la eliminación definitiva de los fueros para mandatarios y legisladores. De paso este tema le sirve para vincularlo con la más evidente coyuntura como es la situación de Cristina Fernández de Kirchner, la vicepresidenta en ejercicio que goza de libertad, precisamente, porque los fueros bloquean la posibilidad de detenerla, pese a estar condenada por la Justicia Penal en la causa “Vialidad”.

Asimismo, una particular enunciación acerca de la función del estado, le permitió y le permite a Morales consolidar un principio político propio en un momento tan trascendente como su discurso inicial de campaña. En ese sentido, sacó provecho de configurar al rol del estado para atacar tanto al populismo que derrocha muchísimo dinero sin sentido como también para diferenciarse de quienes niegan al estado una participación central en seguridad, salud y educación. Para dar una muestra basta señalar que una de las instancias con mayor aclamación durante su mensaje fue su propuesta de articulación intensa de Nación, provincia y municipio para atacar al narcotráfico en Rosario, convocando al Consejo de Seguridad Interior y asistiéndose de todo tipo de herramientas legales que ayude a investigaciones eficaces.   

La teoría del estado presente y justificado y sin derroches será uno de los principales ejes de campaña porque en el entorno de Morales se cree fervientemente que con esa postura se puede atraer a un votante moderado del kirchnerismo dado que sólo hay una corrección instrumental y no filosófica en cuanto a la aplicación de políticas públicas con alto impacto social.   

Todo apunta a una estrategia, que es la de aumentar la masa crítica de seguidores de Juntos por el Cambio, pero desde una perspectiva de centro izquierda o de posperonismo que se mantiene en un sector de indecisos que son exigentes ante el abanico de propuestas y de candidatos. El mandatario jujeño sabe que sus adversarios del Pro no ofrecerán nunca esa visión y por eso alimenta su optimismo de un potencial crecimiento personal. Ese crecimiento, según se cree, vendrá de la mano del mayor conocimiento de su figura, que en las encuestas muestra interesantes posibilidades de proyección.

Suponen en la campaña del dirigente que hay aún un largo camino para aprovechar la conquista de espacios para llegar a un techo que consideran altísimo y esa hipótesis se comprobará, según dicen, a medida que transiten el recorrido de noventa días que hay desde la postulación de las últimas horas hasta el 24 de junio, fecha en que cierran las listas. (www.REALPOLITIK.com.ar) 

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