Defensores y Platense, el centenario clásico que la Copa Argentina volverá a poner en cancha

Durante varios años era común que Defensores de Belgrano jugara los sábados en la B y Platense los domingos en la A, por lo que hinchas de un equipo iban a ver al otro. Estaban en distintas categorías y a pocas cuadras de distancia: el Calamar en su legendaria cancha de Manuela Pedraza y Crámer (hoy reconvertida en un complejo privado) y el Dragón donde siempre, cerca del Río, en la vieja calle Blandengues (hoy Libertador) y el arroyo Medrano, ahora entubado debajo de la Avenida Comodoro Rivadavia que separa el estadio Juan Pasquale de la ex ESMA.

El vínculo que entonces supieron tener los vecinos equipos de Núñez y Saavedra dejó, además, una postal única en el deporte universal: Ángel Labruna dirigió a ambos equipos a la vez en 1967 y los llevó a posiciones históricas, ya que sacó a Defe campeón de la B y dejó tercero a Tense en la A. El prócer de River se consagraba caudillo del norte porteño.

Hasta ese entonces, Platense y Defensores habían jugado varios partidos, aunque fundamentalmente en la era amateur. Los diarios de la época hablaban entonces de ellos como "clásicos rivales", porque, claro se enfrentaban seguido y a pocas cuadras de distancia. El primer match se disputó en 1915, hace casi 120 años. 

Pero luego el tiempo pasó y los viejos vecinos dejaron de verse las caras en la cancha. Especialmente cuando Platense llega a instalarse en la Primera División desde 1976 hasta 1999. Durante todo ese tiempo, Defensores oscilaba entre la segunda y la tercera división, que en lo sucesivo fueron cambiando de nombres (Primera B, Nacional B, B Metropolitana).

Hasta que el nuevo milenio los volvió a entreverar en una situación poco común: Platense quedó varado en el Nacional y Defe ascendió de la B Metro en 2001. Jugaron un solo partido en Vicente López, 3-0 para la visita. El Dragón hizo una campaña aceptable, mientras que el Calamar descendió a la Metropolitana. Comenzaba para Platense un derrotero por las categorías del ascenso de casi dos décadas.  

El reencuentro se produjo en 2005, cuando Defe baja a la B después de algunos años en el Nacional y se encuentra con un Platense decidido a volver a la segunda categoría. Por una extraña pelotera del sistema de juego les tocó jugar no dos, sino cuatro partidos en todo el año. Tense ganó el primero, un duro 3-0 en el Bajo Núñez en la primera fecha. Pero Defe se quedó con los dos siguientes, uno en cada cancha pero ambos 1-0. Mientras que el último terminó empate a uno en Vicente López. 

Si bien Platense asciende al final de la temporada, vuelve a la B Metropolitana en 2010 y se reencuentra con Defensores. Los choques entre Calamar y Dragón, que eran cosa del amateurismo (cuando había pocas categorías y muchos equipos en la zona), o bien eventualidades esporádicas del profesionalismo, se convierten en hacerse frecuentes.

El clásico de Platense es Tigre (alguno sumará a Argentinos). Y el Defensores es Excursionistas. Pero ninguno de los dos se producía con asiduidad porque los oponentes solían estar en categorías distintas. 

La tentación de recalcular el folclore con un rival recurrente encontró durante la mayor parte de este milenio a Tense y a Defe en una misma división y a pocas cuadras de distancia. Para colmo, ambos ascienden juntos al Nacional en 2018 y siguen enfrentándose hasta el 2021, cuando Platense vuelve a Primera después de veintidós años. 

En todo ese nuevo intercambio desde 2001 hasta 2018 se impuso una dinámica completamente distinta a la que era habitual hasta entrados los 70s. Ahora se miraban con recelo. Incluso los de Platense, a pesar de bajarle el precio al choque, desacreditándolo como clásico.

Algo pasó entre esos dos cuadros que se miraban con aprecio. Muchos se lo preguntan por Núñez, Saavedra y Vicente López. Y, desde ahí, otro recuerda una noche de carnaval, el cruce picante entre dos murgas de barrio y una grieta más propia de las recientes generaciones, ya que los más viejos no adhieren. Aunque algo se rompió para siempre     

Como sea, el miércoles volverán a cruzarse Platense y Defensores de Belgrano. Será por los 32avos de Final de la Copa Argentina. Estadio de Quilmes, incómoda cancha neutral y a un horario imposible para el común de las personas: 17.10. Los obstáculos hacen mella en una excepción del fútbol argentino actual: podrán asistir hinchas de ambas parcialidades, siempre que puedan llegar al sur del conurbano un día laboral en hora pico de tránsito y medios de transporte. Lo demás queda en manos del fulbo. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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