
Provincia
Los vuelos, ya sean cortos o largos, ofrecen cada vez más productos en lo que se denomina venta a bordo. Aquí se pueden encontrar desde lotería, hasta unas patatas fritas, pasando por el reloj de moda.
Para las aerolíneas suponen unos ingresos extras y para los pasajeros una oportunidad de obtener algunos productos del duty free o poder comer algo delicioso a un precio quizá algo más caro de lo que podrían encontrar en el aeropuerto.
Los vuelos de larga distancia: los mejores lugares para vender
Los vuelos largos transoceánicos, como es el caso de los vuelos directos a Madrid desde Buenos Aires son los mejores lugares para vender productos de distintas categorías. Los asientos de clase ejecutiva y primera clase son los lugares más adecuados para vender productos de alta calidad, como productos de belleza y cuidado personal de marcas de lujo, joyas, ropa de alta gama y dispositivos electrónicos de última generación.
Los asientos de clase económica son adecuados para productos de consumo básicos, como alimentos y bebidas, auriculares, libros, revistas y juegos de mesa.
Los vuelos cortos: la comida es la reina de las ventas
En los vuelos de corta distancia, como es el caso de los vuelos Córdoba-Buenos Aires son los mejores lugares de venta de comida. Los pasajeros suelen comprar comidas, bebidas y aperitivos durante el vuelo, especialmente si se trata de un vuelo en el que la comida no esté incluida.
Los pasajeros también compran libros, revistas, juegos de mesa y otros productos de entretenimiento para pasar el tiempo durante este tipo de vuelos. Y es que al tratarse de un vuelo de pocas horas muchas veces no incluye entretenimiento a bordo, como series o películas de estreno. También algunas personas aprovechan para comprar ese regalo o souvenir que se les olvidó comprar en el lugar en el que estuvieron, como puede ser un perfume o una crema. (www.REALPOLITIK.com.ar)
¿Qué te parece esta nota?
MÁS NOTICIAS