El área más cuestionada de la gestión Kicillof y su presupuesto de 26.326.218.000 pesos

El gasto destinado al funcionamiento del OPNyA contrasta con la deplorable gestión llevada a cabo por el ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires, Andrés Larroque, que incluye muertes, violaciones motines y fugas, entre otros desastres. El desmadre abarca escándalos tales como la fuga de uno de los asesinos del empresario Andrés Blaquier, que logró poner sobre relieve una realidad que por años se barrió debajo de la alfombra.

Los sueldos de los trabajadores del sector no superan la línea de pobreza, a pesar de tratarse de una tarea por demás compleja y estresante. Como si fuera poco, la estructura edilicia de los centros está tan deteriorada como el funcionamiento general del organismo. Es en ese marco que cuesta comprender en qué se gastan los recursos que ejecuta de manera directa el OPNyA.

Según denuncian varios funcionarios e incluso hasta algunos gremios, el manejo discrecional de las horas extras que históricamente era de acceso público (o cuando menos, se exhibía al ser requerido), ahora es absolutamente hermético, oscuro y por demás sospechoso. La situación llega a tal punto que el gobierno de Axel Kicillof se ha negado permanentemente a proporcionar dicha información a pesar de haberla solicitado de manera formal.

Esto podría explicar la permanencia en el cargo de funcionarios tales como Oscar Tacchi y su banda, que a pesar de cargar sobre sí pesadas y contundentes denuncias, logran sortear todos los obstáculos y permanecer en sus puestos con curiosa complicidad.

A la decadencia del OPNyA se suma el tristemente célebre caso del centro de Pablo Nogués, que aún permanece cerrado desde abril de éste año, totalmente vacío de jóvenes, pero insumiendo sueldos en el personal directivo Leonardo Panizzino, Daniel White y Marcelo "Fiu Fiu" Crocianelli (director, subdirector y administrador, respectivamente).

Éstos últimos, junto a Mariano Navarro, son los responsables de llevar al cierre a la institución, constituyéndose como una de las gestiones más cuestionadas de la historia provincial. En esa línea, la evidencia indica que los parámetros para juzgar la idoneidad en los cargos, en el gobierno de Axel Kicillof se mide con una variable distinta: la complicidad para dibujar un presupuesto que asciende al 0,3 por ciento de los 7 billones de pesos que administra la provincia de Buenos Aires. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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