La hora de los “aletargados”

Esta última caracterización corresponde a la analista Shila Vilker, quien plantea que hay un voto “sin ancla”, una opinión pública “blanda”, que presenta cuatro fenómenos que dificultan las proyecciones electorales: la alta cantidad de indecisos; hay un gran volumen de encuestados que elige una opción pero después asegura que está poco o nada decidido; el alto porcentaje de los que afirman que se ausentarán y no irá a votar; y la dispersión que genera el corrimiento de quienes fueron durante año los grandes ordenadores de la política argentina: Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri.

El alto nivel de abstención que se adelanta perjudicaría, sobre todo, a Javier Milei, ya que en su mayoría componen el universo de sus eventuales votantes. Para Vilker sería inapropiado considerarlos “moderados”, ya que “la moderación es una postura política también, los moderados son politizados, por eso yo prefiero llamarlos aletargados, están de espaldas a las elecciones, pero no significa que sean moderados”, asegura.

En la práctica, los encuestadores coinciden en que los altos números que venía recibiendo Patricia Bullrich están relacionados con que quienes aceptan participar de las encuestas en general tienen un alto nivel de politización. Los que manifiestan un bajo nivel de politización, en cambio, rehúyen participar, pero hay indicios de que “Cali” no contaría con sus favores. 

Otro elemento que surge de las elecciones realizadas hasta ahora y de las encuestas cualitativas es el alto nivel de abstencionismo, voto en blanco y anulados, que pueden considerarse como expresiones de disconformidad o de repudio a la política, y la falta de expectativas en que alguna de las alternativas disponibles sea identificada como superadora. De este modo, el volumen de participación resultaría determinante al momento de resolver la elección.

El último elemento a considerar es que, finalmente, los electorados han decidido expresarse en favor de una continuidad de lo conocido, o de alternativas electorales “moderadas”. Los principales perjudicados, en caso de que esta tendencia se confirme en las elecciones nacionales, serían Bullrich y Milei. 

¿Habrá llegado finalmente la hora de que una opción “de centro” llegue al ejecutivo nacional? Y, en caso afirmativo, ¿se garantizarán las condiciones de gobernabilidad indispensables para afrontar los graves desafíos que deberá afrontar el próximo gobierno?. (www.REALPOLITIK.com.ar)

¿Qué te parece esta nota?

COMENTÁ / VER COMENTARIOS