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Hacia fines de los ´90 y luego de haber sido diputada por el Partido Justicialista por la Ciudad de Buenos Aires, junto a Erman González, Patricia Bullrich lanzó su propia banda a modo de campaña. “La Bullrich Band”, con la voz de su prima Fabiana Cantilo y música al estilo Los Twist, visitaba los boliches en busca del voto joven.
Fabiana Cantilo decía por entonces: “Patricia y yo jugamos desde que somos chicas, como hermanas, primas hermanas. Creo que esta gente hace política de verdad, sí señor”. Al tiempo, la candidata a diputada nacional sostenía con tono novedoso: “Es una forma nueva, expresa profundamente lo que nosotros queremos plantear y los músicos aportan lo que saben y eso me parece muy valioso. A mí me parece una cosa de locos”.
La pegadiza letra llegó a ser conocida en algunos sectores, especialmente juveniles, de la Capital Federal. La misma hacía foco en la lucha contra la corrupción y bregaba en favor de la educación y la seguridad.
“Patricia Bullrich diputada nacional, para no codearnos con la impunidad. Juéguese y ayúdela. Por la justicia, la educación y la seguridad. Patricia Bullrich se juega a fondo, ayúdenla”, cantaba Cantilo, con el acompañamiento de una joven Bullrich que, entre gestos de timidez, se sumaba a la escena por breves momentos.
Faldas cortas, pelo más largo y al viento, y una Patricia mucho más descontracturada a la de perfil de “mano dura” que acostumbramos a ver en la actualidad. En pleno gobierno menemista, donde la política se había vuelto un espectáculo que danzaba al ritmo de la pizza y el champagne, para ser conocido no había que temerle al ridículo. Algo que, claramente, a Bullrich no le preocupaba. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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