Sábado 03.05.2025 | Whatsapp: (221) 5710138
24 de octubre de 2023 | Cultura

Adiós a un grande

Ricardo Iorio: “El amor es batallar y poder gritar ‘¡esto es mentira!’”

Amor. Sarcasmo. Cristo. El campo. Eric Clapton. Rosas, Belgrano y Perón. Los putos. Pachá. La televisión. Kostecki y Santillán. Más amor. Un viaje al corazón de Ricardo Iorio. Pasen y lean.

facebook sharing button Compartir
twitter sharing button Twittear
whatsapp sharing button Compartir
telegram sharing button Compartir
print sharing button Impresión
gmail sharing button Correo electrónico

por:
Juan Provéndola

"¿Vos sabés lo que es el sarcasmo?" pregunta, con un cuchillo en la mano. Hubiese preferido un sacacorchos, pero da lo mismo: en segundos decapita la botella y los vasos empiezan a regarse de vino. Sus compañeros lo conocen a la perfección, le sacan el tiempo y saben cuándo reírse y cuándo ignorarlo. O las dos cosas al mismo tiempo, ya que la presencia de Ricardo Iorio no ofrece más opciones: su humanidad habita un lugar y lo ocupa todo. Lo desborda y lo inunda con su voz estruendosa y su andar de león enjaulado, desparramando una energía insoportable pero irresistible en ese camarín lleno de músicos, plomos y amigos de siempre o del momento. "Sarcasmo es decirte '¡bajalos a tomar agua!' porque te quedan chicos los pantalones, o llamarte 'zapatón' porque tenés una pata grande. Generalmente la gente siente mi voz como una autoridad y no advierte el sarcasmo", dice Iorio, disparando al aire con el dedo índice erecto. De fondo estalla la carcajada de uno que agradece el vino o que tal vez no entendió el chiste.

Es difícil entender si lo que dice es en serio, de mentira, o un poco de cada cosa. Iorio parece construir un discurso público con guiños y pistas para que las decodifique su interlocutor. No es tonto. Todo lo contrario: juega con las gestualidades, los acentos y los silencios, como un jugador de naipes, con la diferencia de que no le interesa saber la maniobra del rival. Ese no es su problema. Muestra sus cartas, pero no las reglas, entonces es difícil moverse sobre tierra firme. Dejarse llevar es peligroso, y esto bien lo saben todos los periodistas que no supieron o no quisieron filtrar sus palabras y luego tuvieron que pagar las consecuencias de los exabruptos descontextualizados. Entrevistarlo es una tarea interesante y riesgosa. Es caminar por la cornisa arrastrado por un tipo que hizo del abismo una experiencia lúdica. Un juego bajo sus propias reglas, decíamos. Las de un chúcaro que se divierte dándole señales falsas al citadino para gozar viéndolo perdido y extraviado en los secretos de un campo que sólo él domina.

¿ES VERDAD QUE EN DONDE VIVE ES TODO MUCHO MÁS CARO?

¡Es más caro que Bariloche, loco! Pero está todo bien, porque es donde yo soñé vivir. No es que me fui porque heredé una tierra por la prima del cuñado de la tía del abuelo.

¿SE ACOSTUMBRÓ A TRABAJAR ALEJADO DE SUS COMPAÑEROS?

Sí. Ellos vienen a mi tierra adentro, les digo como son las canciones y después las ensayan. Cuando vuelvo yo a cantar ensayamos dos o tres días, ellos me muestran las suyas. Mejor, imposible.

¿LA DISTANCIA AYUDA A LA SALUD DE LA RELACIÓN?

No, creo que no, porque estos putos se ponen en cajetas y me dicen "¡Hijo de puta! ¿Nunca vas a venir a ensayar, la concha de tu madre? ¡Estás todo el día cogiéndote a una vaca depilada y haciéndote chupar la pija por un pollo muerto!".

SE LO DICEN DE CELOSOS...

¡Por supuesto! Ellos quieren que le agarres la pija y se la pongas en la concha, y seguro van a decir "¡Ay, me duele!". Como la canción que cantó JAF, de Eric Clapton, que está vivo y es el dios de la guitarra. Esa que dice: "Ella se perfuma...". ¡Eso es porque nunca se cogió a nadie!

¿PARA TANTO?

Y sí, amiguito. Nuestra música es ultranacionalista, pero mi padre no metió bombas. Yo trato de darles el ejemplo a mis hijas, porque estoy re loco, pero al fin de cuentas soy un padre que responde a las cosas de su familia. No es lo mismo que aquel que nunca tuvo hijos y fue escapándole a la vida de matrimonio en matrimonio. El cáncer se pronuncia en el cuerpo como células que garchan y comen pero que no se reproducen. Esos son los putos de nuestra sociedad y Almafuerte en ningún momento emitió esa onda.

¿POR QUÉ TANTO ODIO A LOS HOMOSEXUALES?

Porque yo no soy puto... ¡soy re puto! Como Dios no me dejó ser puto y chupar la pija todos los días con una bombacha calzada en el ojete, soy un duro, entonces odio a los putos. Pero no se olvide de esto, amigo: no soy un mataputos, sino un cogeputos.

HACE MUCHO TIEMPO QUE EDITA SUS DISCOS DE MANERA INDEPENDIENTE. ¿CÓMO FUE AQUELLA EXPERIENCIA CON UNA DISCOGRÁFICA MULTINACIONAL?

Pudimos utilizar el fondo de una multinacional para emitir nuestra gran verdad, que es el ultranacionalismo que nos identifica. Arriba San Martín y arriba Juan Perón. Arriba Manuel Belgrano y también Juan Manuel de Rosas. Esa es la onda. Y, si no, dejaremos la bebida y nos dedicaremos a ser unos miopes mogólicos y pelotudos y dejar que nuestros hijos se hagan putos y tiren por la borda el sacrificio de un montón de gente que derramó su sangre por la nación.

EN LOS ÚLTIMOS TIEMPOS SE ANIMÓ A CANTARLE AL AMOR DE MANERA MÁS EXPLÍCITA. ¿POR QUÉ?

Porque la onda es saber que la vida es el amor, flaco. Y el amor no es precisamente vivir en un hotel con jacuzzi e ir a cantar al salitral de la tierra que uno abandonó, o el que exhiben la tele con esas putas que salen en bolas para que la nena que es gordita se sienta infeliz ante la sociedad.  El amor es sembrar, cosechar, producir y tener hijos. "Plante un árbol, tenga un hijo y escriba un libro", se dice, y agregue estas perdices para arreglar la pareja. Nosotros representamos a otro plano de la sociedad, al del que trabaja y quiere ser padre, no al que goza siendo puto o tomando éxtasis en Pachá. Acá se representa al chabón que quiere heredar la suerte de un padre que le dio un bienestar y hacer una patria grande donde la gente buena pueda vivir bien. No nos olvidamos de los niños, ni de los árboles, ni de los indios.

¿LE TIENE MIEDO A ALGO?

Miedo deben tener los maestros y los empleados estatales, y no un músico que lo único que brinda es amor de fraternidad y de igualdad con nuestro pueblo.

SE CUMPLIÓ OTRO ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE MAXIMILIANO KOSTECKI Y DARÍO SANTILLÁN, DOS FANÁTICOS DE TU OBRA. ¿TE GENERA ALGUNA REFLEXIÓN?

Sí, que a los que siempre matan es a los metaleros, porque son los que van al frente. Acá todos son comunistas, pero a la hora de la elección los votan 50.

¿CÓMO ES SU RELACIÓN CON LA RELIGIÓN?

Trato de defender mi cristiandad porque Cristo es el único que nos salvará de toda esta piorrea asquerosa que nos viene rodeando, de que a los bebés los dejan tirados por ahí después de cortarles el cordón umbilical. Pero cada uno sacará sus propias conclusiones, pues yo solamente soy un músico.

UN MÚSICO QUE EXTIENDE MÁS ALLÁ DE SU MÚSICA...

El hombre que quiere aprender, tiene posibilidades. La vida es el amor, que es batallar y poder salir y gritar "¡esto es mentira!", y no como generalmente se representa con la ternura efímera y el sexo de la televisión. Habría que ver cuáles son los capitales que bancan esa cultura que pretenden imponernos.

¿MIRA TELEVISIÓN?

Sí. Pero, sobre todo, trato de mirar... para adelante. O una película que me deje algo como, por ejemplo: "Primero yo y los míos, y que se mueran los demás".

¿ESO ES SARCASMO POR EJEMPLO?

Sí... y que se vayan todos a la concha de su madre.(www.REALPOLITIK.com.ar)


ETIQUETAS DE ESTA NOTA

Ricardo Iorio, Juan Provéndola

¿Qué te parece esta nota?

COMENTÁ / VER COMENTARIOS

¡Escuchá Radio Realpolitik FM en vivo!