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El director de fotografía de la miniserie de HBO, Jakob Ihre, contó cómo se tomaron las decisiones creativas que la convirtieron en una de las mejores de la historia.
La catástrofe de Chernóbil, ocurrida en 1986, marcó uno de los eventos más trágicos y devastadores en la historia de la humanidad. El desastre nuclear en la planta de energía nuclear ubicada en Ucrania, tuvo un impacto global y dejó una huella imborrable en la región, además de haber sido uno de los principales detonantes de la ya desgastada Unión Soviética.
Esta trágica historia fue retratada de manera magistral en la miniserie homónima producida por HBO y estrenada en 2019. Considerada una de las mejores en la historia de la televisión, cautivó a la audiencia con su narrativa impactante y una representación vívida de los eventos ocurridos en aquel fatídico abril de 1986, con excelentes trabajos interpretativos, pero también con un desempeño técnico memorable.
La miniserie contó con un elenco de talentosos actores encabezados por Jared Harris, Stellan Skarsgård y Emily Watson, todos al servicio Craig Mazin, creador de esta producción, y su director Johan Renck, cuya meticulosa investigación y habilidad para plasmar la complejidad de los eventos le valieron reconocimiento y elogios de la crítica y la audiencia por igual. Fueron 10 los premios Emmy que se llevó la producción que contó con Jakob Ihre como su director de fotografía.
RP.- Jakob, usted define a la radiactividad como una "amenaza invisible, como un monstruo invisible". ¿Cómo fue trabajarla en la serie?
Una de las historias que escuché fue que después del accidente, la gente no salía y durante muchos meses después la gente no dejaba que sus hijos salieran a jugar al sol. Había una historia de que cuando las partículas de polvo en el aire estaban a contraluz, por alguna razón algunas personas pensaban que eso era la radiactividad siendo expuesta o que ahí era donde se podía ver la amenaza invisible, la radiactividad, cuando algo estaba a contraluz. Así que, de alguna manera, la luz o la luz del sol se convirtieron en el símbolo de esta amenaza invisible. También teníamos una referencia muy clara que era un mural de Ucrania, un mural enorme, donde se ve a los trabajadores soviéticos trabajando codo a codo con el átomo, que está simbolizado como un sol y de este sol salen rayos que se expanden en este mural.
RP.- Trabajaron en una planta similar a la de Chernóbil, ¿de qué forma los inspiró?
Era una central eléctrica hermana de Chernóbil, así que es casi idéntica. Solo tenía un reactor, mientras que Chernóbil tiene muchos más. Este era más pequeño, pero tenía proporciones muy similares a Chernóbil, así que sentíamos que estábamos donde realmente sucedió. Fue increíble tener acceso a esto y realmente dio a todo el equipo, incluidos los actores, la sensación de que esto realmente estaba sucediendo. Creo que para los actores fue una gran ventaja para entrar en los personajes.
RP.- ¿Acercarse a Chernóbil fue una posibilidad? ¿Discutieron la posibilidad de ir allí?
Sí, incluso tuvimos a nuestra segunda unidad yendo allí para algunas tomas específicas, pero no filmamos ninguna escena ambientada allí.
RP.- Prácticamente toda la iluminación parece fría, con colores azules y verdes. ¿Qué los llevó a tomar esa decisión?
En realidad, no fue una decisión. Fue algo que nos fue transmitido a través de nuestra investigación y nuestra preproducción durante muchos meses. Por supuesto, hicimos muchas pruebas. También hice un documental en 2001 que filmé en Odessa, en Ucrania, no muy lejos de Kiev, y ese fue un documental que revisé para orientarnos. Ese documental es muy frío, con tonos verdes, pero también era así debido a la gran cantidad de tubos fluorescentes en las casas, por ejemplo, o en los departamentos. Muchos tubos fluorescentes no solo en la cocina, sino también en las salas de estar o en los dormitorios, que te dan un toque o tinte verde.
RP.- ¿Tomaron referencias de películas de terror para filmar?
No, no realmente. Tuvimos la realidad como influencia, no tuvimos ninguna referencia cinematográfica. Pensamos que estábamos haciendo algo que había... que había sucedido de verdad.
RP.- ¿Cuál es la línea entre documental y ficción?
Recopilás material y hacés tu investigación, y luego, por supuesto, después de un tiempo empezás a usar tu propia imaginación o ideas, pensás que se ajustarán a la realidad. Pero, no estamos tratando de hacer una copia uno a uno en ese sentido, así que es un equilibrio delicado. Es muy importante investigar primero para luego después poder desviarte o tener tus propias ideas, aunque sea posible que no sean 100 por ciento precisas.
RP.- ¿Cómo era el clima en los rodajes?
A lo largo del espectáculo, fue duro para mucha gente pasar por esto, pasar por este horrible accidente. La gente se sintió extremadamente conmovida todos los días, detrás de escena y frente a la cámara.
RP.- ¿Por qué cree que tuvo el impacto que tuvo?
Creo que lo que se ha hecho realmente bien, gracias a Craig y el director, fue retratar la humanidad de una manera honesta y sincera. Eso es en gran medida gracias a los increíbles actores, incluso los de roles pequeños, que fueron muy bien seleccionados. La miniserie realmente narra la historia de todas estas complejidades técnicas, pero se centra principalmente en los seres humanos, en las diferentes almas. Y eso es lo que creo que es realmente notable, que es un espectáculo muy técnico, pero aun así tiene corazón y se enfoca mucho en el ser humano. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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