
Interior
En las últimas jornadas, la figura de Victoria Villarruel fue cobrando protagonismo dentro de la escena política de la oposición.
Esto no sólo se debió a la simple comparación entre su satisfactoria presentación en el debate de candidatos a la vicepresidencia y el lamentable desempeño de Javier Milei, sino también a que -más allá de los cuestionamientos humanitarios y democráticos que merezcan sus posicionamientos- ha conseguido transmitir una imagen de solidez y determinación que se opone a la inestabilidad emocional y actitudinal de quien encabeza su boleta presidencial.
El sábado pasado Jorge Fontevecchia se animó a postular que el verdadero plan de Mauricio Macri consistía en tratar de desplazar a Javier Milei del gobierno, en caso de verse beneficiado por el triunfo, para que quien terminara ocupando la primera magistratura fuese la biógrafa de Videla. La especulación no sorprendió a nadie, habida cuenta tanto del escaso respeto del ex presidente por la voluntad popular las normas institucionales, como de la potencia de Villarruel, que la convierte en un cuadro político esperanzador para la derecha autoritaria.
Con el paso de las horas fueron sucediéndose nuevos hechos y conociéndose algunos movimientos que habían tratado de mantenerse en secreto dentro del contubernio entre Macri y La Libertad Avanza. El primero que salió a la luz fue la visita del ex presidente a Javier Milei en el hotel Libertador, donde reside en la situación de “secuestro” o “aislamiento” a la que fue sometido tras la primera vuelta electoral. El tono de la reunión distó de ser cordial: Macri le reprochó su espantoso desempeño en el debate, mientras que el libertario le reprochó el incumplimiento de compromisos financieros y de fiscalización para el balotaje.
Estas dos últimas razones habían motivado que “El Jefe”, Karina Milei, dispusiera que no hubiera referentes del macrismo en el evento de la facultad de Derecho.
Pero Macri apuesta a ganar, sobre todo por el temor a ir preso por diversas causas, sobre todo la de parques eólicos, en el caso de que Sergio Massa llegue a la presidencia. Por eso le prometió a Milei un generoso aporte financiero de Techint, a través de una de sus subsidiarias, para afrontar lo que resta de la campaña y la fiscalización electoral.
Hubo, además, otro tema que molestó -y mucho- a Milei: la invitación de Macri a Villarruel a su vivienda de Acasusso, hacia el cierre de la semana pasada, que tuvo carácter reservado y del que el candidato presidencial tuvo conocimiento a posteriori. Esa reunión -y el secreto que la rodeó- fortalecieron la tesis de que Macri prefiere que sea su compañera de fórmula la que finalmente se haga cargo del gobierno en caso de una victoria.
La otra señal contudente tuvo lugar este martes. Mientras que Milei se presentaba en el monumento a la Bandera de Rosario, y sus camarógrafos hacían lo imposible por convertir en multitud a los exiguos 5 mil asistentes que logró convocar, Victoria Villarruel realizó un acto propio, con simbología e isonomía propias, en el centro porteño. En esta convocatoria no hubo mención ni cartel que refiriera a Javier Milei.
Los caminos entre los dos integrantes de la fórmula presidencial de La Libertad Avanza han comenzado a bifurcarse. En lo que va de la campaña, Mauricio Macri ya se deglutió a Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y Javier Milei. ¿Será Villarruel la próxima víctima? (www.REALPOLITIK.com.ar).
ETIQUETAS DE ESTA NOTA
¿Qué te parece esta nota?
MÁS NOTICIAS