Nacionales
Qué hará la vicepresidenta
A vos no te va tan mal, Cristina
No es secreto para nadie que Cristina Fernández de Kirchner nunca tuvo mayores expectativas de triunfo en las presidenciales de este año, por lo que no hizo mayor esfuerzo para que un candidato de su riñón fuera la cara visible de la derrota.
Durante los últimos meses, Cristina se dedicó a blindar el territorio de la provincia de Buenos Aires y a asegurarse cargos legislativos en nación y provincia y un mayor número de intendencias para La Cámpora. Imposibilitada de disputar el premio mayor, la vicepresidente actuó con pragmatismo.
En un escenario nacional y provincial de franco retroceso para Unión por la Patria, el cristinismo consiguió incrementar el número de intendencias que venía manejando, además de conservar su peso en la Cámara de Diputados de la Nación. Si bien Cristina anunció que continuará militando, pero que no aspira a desempeñar nuevos cargos públicos, su espacio ha conseguido sobrevivir a la catástrofe. De este modo, mantendrá veintitrés diputados nacionales en un bloque de ciento cinco; y diez senadores sobre un bloque de treintaitrés. Estos legisladores son miembros de La Cámpora o bien de otras agrupaciones que reconocen el liderazgo de la vicepresidente.
La mayoría de los diputados nacionales cristinistas fueron electos por la provincia de Buenos Aires, que es considerada como su “fortaleza”, pero también la negociación de candidaturas le permitió incrementar su presencia en la Legislatura bonaerense en media docena de nuevos legisladores. Esta es una cuestión significativa, ya que previsiblemente será Buenos Aires la provincia que deba encabezar la oposición al gobierno de Javier Milei, poniendo a Axel Kicillof en el aprieto de tener que hacerlo con bloque de UxP fragmentado y en un escenario de disputa por el liderazgo con Máximo Kirchner que viene de arrastre.
Llamó la atención en la elección general que, pese al descrédito mayoritario del que goza, La Cámpora haya conseguido adicionar nuevas intendencias, en lugares presuntamente adversos como Olavarría, Azul, Coronel Rosales, Carmen de Areco, Colón o Brandsen. Asimismo, se retuvieron Mercedes y Quilmes, en donde Mayra Mendoza obtuvo la mejor elección de la historia para ese distrito con el 51 por ciento de los votos. En Hurlingham, el camporista Damián Selci destronó, tras una lucha sin cuartel, a “Juanchi” Zabaleta; y en Lanús, Julián Álvarez se impuso sobre el Pro, que venía administrando el municipio desde 2015.
Asimismo, La Cámpora continuará gobernando las tres ciudades más importantes de la provincia de Tierra del Fuego: Ushuaia, Tolhuin y Río Grande, y consiguió retener Santa Rosa, la capital de La Pampa.
En medio de la derrota generalizada de UxP, el cristinismo salió muy bien parado del proceso electoral. Para algunos, la derrota de Sergio Massa los beneficia en cuanto a su pretensión de detentar el liderazgo interno de la coalición, por lo que no sorprenden las todavía solapadas quejas internas sobre la escasa contribución a la victoria del candidato presidencial en la instancia del balotaje, muy diferente a su conducta en la elección general, donde se ponían en juego sus propias postulaciones. Pero este reclamo excede largamente al cristinismo, ya que el “fuego amigo” y el cálculo de costos y beneficios según cuál fuese el resultado electoral incluyó también a gobernadores, intendentes y agrupaciones que exceden, con mucho, el universo de liderazgo de Cristina Fernández. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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