
Nacionales
El gran epicentro de la Guerra Fría en los años 60 se desarrolló en la vieja colonia francesa de Indochina, donde se enfrentaron la República democrática de Vietnam del Norte –comunista– y la República de Vietnam del Sur –capitalista– durante 11 años.
Se trataba de países satélites de los imperios del mundo –Estados Unidos y URSS– que no dudaron en utilizarlos como laboratorios para pruebas de armas químicas y arsenales de armamentos. En este conflicto también participaron Camboya y Laos.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Japón había logrado conquistar esta región, aunque esta colonización debió soportar la férrea resistencia del movimiento por la independencia de Vietnam, el Vietminh. Una vez terminada la guerra, su líder Ho-Chi-Minh declaró la independencia de la República Democrática de Vietnam. Pero su antigua metrópoli reclamó la soberanía sobre los territorios. La confrontación con Francia se prolongó hasta 1954, cuando el pueblo vietnamita logró terminar con un siglo de dominio colonial francés en la histórica batalla de Dien Bien Puh. Igualmente, las disputas entre territorios determinaron que se reconocieran como soberanas dos repúblicas: la República Democrática de Vietnam del Norte, de ideología comunista, y la República de Vietnam del Sur, capitalista, bajo el control norteamericano.
La primera transitó por similar camino al de todos los países del eje comunista. La socialización de los medios de producción se tradujo en una implantación de los mecanismos de distribución de tierras tal como se habían implantado en la Unión Soviética, mientras que la industria fue totalmente nacionalizada al igual que su comercio, la banca y los transportes. La ayuda provino directamente de Moscú y de China y, en pocos años, Vietnam del Norte era un país con un desarrollo industrial de gran importancia y con un equipamiento militar destinado a la guerra no convencional sobre el territorio del sur. Por su parte, esta zona fue gobernada autoritariamente por Ngo Ding Diem.
En 1964, comenzó una escalada bélica norteamericana para mantener en el poder al dócil gobierno para los intereses capitalistas. Pocos años después, había más de 500 mil soldados norteamericanos, que inundaron la región de bombas de napalm, ataques masivos a la población civil y la tortura de un sinfín de personas. Por primera vez la televisión comenzó a retransmitir a escala mundial imágenes de aldeas devastadas y de homicidios de los prisioneros de guerra. Esto llevó a una rápida deslegitimación de la intervención norteamericana en todo el mundo e incluso en su territorio. En dicho contexto se enmarcaron todas las rebeliones reseñadas en este capítulo.
La intervención directa de los norteamericanos se extendió hasta 1973, cuando los Estados Unidos terminaron retirándose derrotados. Dos años después caía el régimen de Vietnam del sur y al año siguiente la República de Vietnam se reunificaría bajo el régimen comunista de Hanoi, quedando bajo la órbita de la URSS. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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