Trompadas en la puerta de una capilla dirigida por un sacerdote vinculado a Villarruel

Bocinazos, gritos y golpes fue el escenario de cierre de la misa que se celebró en un barrio privado del partido de Escobar. En un video al que tuvo acceso REALPOLITIK, puede verse a vecinos que, en la puerta de la capilla, decidieron dirimir a los golpes el manejo del templo, en una especie de interna católica a cielo abierto.

“Chorros”, “dejen de robar” y “no vengan a patotear”, se escucha gritar en el video filmado por uno de los vecinos que presenció el lamentable episodio. Según admiten, la capilla del barrio estaría cerrada a la participación de todos los vecinos, fruto de las enseñanzas de la Orden de San Elías, un grupo de sacerdotes y laicos de extrema derecha, a quienes algunos consideran “sectarios”.

La misma está a cargo de un sacerdote cercano a la vicepresidente de la Nación, Victoria Villarruel. Se trata del sacerdote Javier Olivera Ravasi, quien llegó a esta nueva Orden luego de que el Papa Francisco decidiera cerrar el Instituto del Verbo Encarnado (IVE), fruto de los reiterados abusos sexuales de su fundador.

Olivera Ravasi es, al igual que Villarruel, hijo de un miembro del Ejército. Su padre, Jorge Antonio Olivera, fue condenado por delitos de lesa humanidad provocados durante la última dictadura militar, acontecidos en la provincia de San Juan. Juntos llegaron a mantener un conversatorio sobre el 24 de marzo titulado “Día de la Memoria ¿hemipléjica?”, que puede verse completo en YouTube.

De talante conservadora y con una especial educación para niños y adolescentes, que llegan incluso a tener un comportamiento errático y distante de sus padres, según sostienen algunos vecinos, la capilla se encuentra en terrenos que pertenecen a Jorge O’Reilly, poderoso hombre del Opus Dei.

En 2009, y en medio de la pelea entre el cardenal Jorge Bergoglio y el matrimonio Kirchner, O’Reilly, junto al cardenal Ángelo Sodano, habrían intentado destituir al arzobispo de Buenos Aires para colocar en su lugar a monseñor Héctor Aguer. Aunque “las fuerzas del cielo” no estuvieron de su lado, sino más bien todo lo contrario.

Por estos días, mientras el presidente de la Nación, Javier Milei, hace esfuerzos denodados para ser quien traiga al Papa a la Argentina, e incluso será recibido en el Vaticano en audiencia privada el 10 de febrero, grupos cercanos a su compañera de fórmula parecen intentar jugarle una mala pasada. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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