
Legislativas
Tras el retiro del capítulo fiscal de la ley Ómnibus, la cuenta de la Oficina del Presidente en X enfatizó que "el compromiso del gobierno con el déficit 0 es inquebrantable". "Habrá que avanzar en el ajuste sobre la política tal como se están ajustando los argentinos", subrayó.
"El compromiso del gobierno con el déficit 0 es inquebrantable", afirma el posteo, que además destaca "el consenso alcanzado en relación a las reformas estructurales que el país necesita incluidas en el proyecto de ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos".
Respecto de la decisión tomada hacia fines de la semana pasada, explica: "En este sentido, debido a que el capítulo fiscal estaba demorando el tratamiento legislativo, se definió retirarlo para que la ley avance sin problemas”. Finalmente insta al tratamiento legislativo inmediato del resto de su articulado. "La medida anunciada garantiza que no existen razones para demorar la aprobación de la ley", advirtiendo que "el capítulo fiscal se podrá discutir más adelante".
Para muchos diputados y referentes de la oposición, sobre todo de UxP, la decisión de amputarle el capítulo financiero al mega proyecto de ley es una “trampa”, ya que que todavía el artículo 1, que busca declarar la emergencia en nueve materias, sigue vigente, y que en realidad el objetivo del gobierno consiste en suprimir el funcionamiento institucional de la república dispuesto por la constitución nacional y la división de poderes, ya que el presidente Javier Milei "sólo quiere superpoderes".
El presidente del bloque de UxP en la cámara baja, Germán Martínez, denunció: "Sacan capítulo fiscal de la ley Ómnibus. Derrota del gobierno y triunfo de los que hicimos oposición frontal. Trampa: Milei sólo quiere superpoderes (facultades delegadas). Es el corazón de la ley. Más ajuste, especialmente sobre provincias". Y destacó: "A Milei se le notan los hilos".
Por su parte, el diputado Leandro Santoro coincidió al puntualizar que "retiran la parte fiscal porque no querían negociar con sus aliados un proyecto de equilibrio". "Esta claro que ahora van por tres cosas. 1) Facultades delegadas, 2) Flexibilidad para tomar deuda, 3) Privatizaciones (FGS). Acá hay que poner el ojo, especialmente en el punto uno", puntualizó.
El diputado provincial de UxP, Daniel Arroyo, remarcó que "es preocupante el grado de improvisación del gobierno. Más allá del retiro del paquete fiscal anunciado por el ministro Caputo, es invotable la delegación de facultades al presidente, las privatizaciones de empresas estratégicas y las reformas en seguridad, entre otros artículos".
La legisladora Julia Strada, por su parte, destacó que se trata de una "tremenda derrota del gobierno. Resultado de: 1) La movilización popular que puso un límite claro y 2) La falta de pericia en toda la negociación política con los que quieren ayudar al gobierno". Sin embargo, advirtió que "quedan cuatro cuestiones peligrosas". Entre ellas, destacó: facultades en nueve materias amplias por un año para Milei, privatización de cuarenta empresas "sin justificar cómo ni para qué", liquidación de los activos de los jubilados y libre juego para negociar deuda sin pautas. "Me preocupa mucho que se haya acordado esto. No se votan listas sábanas de empresas a vender para que Milei haga caja y entregue lo nuestro".
Desde la izquierda, Myriam Bregman coincidió en alertar que "quedan las facultades delegadas”. E inmediatamente concluyó en que Milei es un “mono con navaja".
En general hay consenso entre los legisladores sobre que, ante la debilidad de la representación parlamentaria del oficialismo, que quedó demostrada en el tratamiento de la ley Ómnibus, el gobierno duplicará sus esfuerzos para “llevarse puesta a la república”, exigiendo la aprobación de facultades legislativas extraordinarias que, incluso, le permitirían imponer por DNU el articulado que ahora se le amputó al proyecto de ley.
Los legisladores tienen una enorme responsabilidad en lo sucesivo, que consiste en ser garantes de la institucionalidad constitucional de la Argentina. Ninguna situación de las que se alega resulta razón suficiente para suprimir el normal funcionamiento de las instituciones argentinas. A los argentinos nos ha costado demasiado como sociedad recuperar la democracia, como para resignarla en beneficio de un proyecto político que beneficia a muy pocos, y cuyas consecuencias sobre la calidad de vida y los niveles de ingresos de nuestros compatriotas quedaron evidenciados durante los primeros cuarenta y cinco días de esta gestión. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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