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El reclamo, que viene de larga data, se ha agudizado en el marco del inicio de un nuevo ciclo académico. Sueldos de hambre, cuestionables condiciones de trabajo y maltrato por parte de las autoridades de la alta casa de estudios.
Meses atrás, este medio difundió el caso de un trabajador del área de seguridad de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) a quien, luego de sufrir un accidente, le fueron descontados los días que demandó su recuperación. Al tiempo, la falta ART lo obligó a costear todo su tratamiento de su bolsillo.
Desde la presidencia de la UNLP, que actualmente ostenta Martín López Armengol, siguen sin dar respuestas a los insistentes reclamos de esta área. Un trabajador de la guardia edilicia percibe un sueldo de 88.200, del cual se deben descontar los gastos de monotributo, ARBA y el contador a cargo, quedándole en mano poco más de 70 mil. Dicho salario no ha sido actualizado desde el mes de mayo de 2023, pese a la alta tasa de inflación.
En los últimos meses, las autoridades de la institución les otorgaron un bono de 31 mil pesos, que, sin embargo, poco y nada colaboró en paliar su complicada realidad. Para peor, a cambio de este beneficio, los trabajadores debieron ceder los dispensadores de agua que proveía la empresa “La Delicia”, quedando sin acceso a agua potable, con garitas en malas condiciones y sin baño.
El reclamo llegó incluso a hacerse más fuerte en el marco del importante brote de dengue que se ha dado especialmente en La Plata. Muchos de estos guardias trabajan en áreas verdes, cargadas de árboles y arbustos. Por supuesto, en ningún momento les fueron facilitados frascos de repelente para cuidarse de la enfermedad. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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