CABA
Interna K
Cristina le hace el juego a Milei y ataca a Kicillof
El sábado pasado, en Quilmes, Cristina reapareció para marcar la cancha y confirmar que está muy lejos del retiro, con un discurso muy crítico sobre los resultados del gobierno de Milei. Pero no sólo dirigió sus críticas contra el presidente, sino también contra el espacio filo K que, en la provincia, viene articulándose en torno a Axel Kicillof.
Jorge Ferraresi, Mario Secco y Andrés Larroque son los principales voceros de esta maniobra, que no es sino la respuesta a los constantes ataques de Máximo Kirchner y de La Cámpora al gobernador, quien prefiere mantener el silencio. ¿Por qué ataca Máximo a Kicillof? ¿Es sólo Máximo o detrás de esa ofensiva está Cristina?
Cuando en los días previos tanto Larroque como Secco salieron a denunciar a quienes se presentan como voceros de la expresidenta por WhatsApp para agredir al gobernador y a quienes lo respaldan, le mojaron la oreja a Cristina. ¿Eran o no sus terminales quienes trataban de producir ese desgaste?
Cristina salió finalmente a responderles: detrás de los ataques estaba ella. ¿Por qué razón? Simplemente porque el gobernador tiene una imagen mucho más alta que la suya, y no podía aceptar la pérdida del control sobre uno de sus posibles sucesores.
Si bien Cristina llamó a discutir lo “realmente importante” y circunscribir el terreno de las disputas internas paredes adentro, en la práctica lo hizo blanqueando la confrontación a la liza pública. De este modo salió a reclamar su jefatura y su vigencia, en una aparición que, si bien tuvo como antagonista formal a Milei, en la práctica se dirigió a la militancia propia, para sindicar a Axel Kicillof como su enemigo. Por esta razón, nada tuvo para decirle al resto del peronismo ni de los argentinos.
El presidente Javier Milei salió a responder a la evaluación de su gestión con vehemencia, con argumentos confusos e insostenibles como siempre, ya que su gobierno está atravesando una etapa de graves turbulencias sociales y económicas. Pero la intervención del presidente fue la esperada por Cristina, ya que la reconoció como antagonista principal, cuando hasta ahora hacía todo lo posible para obligar a Kicillof a subirse al ring como principal opositor.
De algún modo, Cristina y Milei se precisan, como antes pasaba con la ex presidenta y Mauricio Macri. Para el presidente es mucho más cómodo confrontar con ella por su altísima imagen negativa, que invita a buena parte del pueblo argentino a aceptar los sufrimientos que impone permanentemente Milei ante la alternativa de su eventual retorno. Para Cristina significa el éxito de su plan de correr a Kicillof de la centralidad provincial y de la del cristinismo, para ocupar ella misma el centro de la escena.
Para la oposición bonaerense al gobierno de Kicillof, la aparición de Cristina grafica la “enorme crisis que tiene el peronismo”, que enfrenta “una interna que no se puede ordenar”. Pero también considera que fue una intervención abiertamente en contra del gobernador y en respaldo de su hijo Máximo. A pesar de su cuestionable gestión, Kicillof mide mucho mejor que ella, pero su reaparición “le pone techo al peronismo”. El otro gran beneficiario sería Javier Milei, ya que sería el único articulador de la resistencia a Cristina.
Cristina parece haber aparecido para pagar su parte del contrato con la gestión Milei para no ver más comprometida su situación judicial. Aparece para complicar aún más la reunificación del panperonismo, aspirando a conservar un espacio bonaerense acotado como garantía para su libertad. (www.REALPOLITIK.com.ar)
ETIQUETAS DE ESTA NOTA
¿Qué te parece esta nota?
MÁS NOTICIAS