
Interior
Córdoba tiene los ojos posados en aquella elección.
A solo una semana de las elecciones municipales en Río Cuarto, las encuestas reflejan un escenario incierto con una considerable cantidad de votantes indecisos que serán clave en un contexto de tercios. La contienda, única en su tipo para este año, tiene como protagonistas al radical Gonzalo Parodi, el oficialista Guillermo de Rivas y la disidente Adriana Nazario, última pareja de José Manuel de la Sota.
Según la consultora Explanans, Parodi lidera la carrera con un 24,9%, seguido de cerca por De Rivas con un 23,7%, y Nazario con un 21,4%. Esta encuesta muestra una tendencia a la baja para Parodi, mientras que De Rivas ha crecido de manera constante y Nazario se mantiene estable. Los indecisos se sitúan en un 6%, con una sorpresa en el candidato libertario Mario Lamberghini, quien alcanza un 10,5%.
Por otro lado, la encuesta de Consultoría Beta, contratada por la campaña de Nazario, presenta un panorama ligeramente diferente: Nazario lidera con un 26,8%, seguida por Parodi con un 24% y De Rivas con un 21,4%. Aquí, el número de indecisos es significativamente mayor, alcanzando el 19%, lo que refuerza la incertidumbre del resultado final.
El triunfo de Nazario podría representar un desafío significativo para el gobernador Juan Schiaretti y su sucesor, Martín Llaryora. Nazario podría catalizar la reagrupación de los peronistas desplazados por el "partido cordobés" liderado por Llaryora, atrayendo a sectores afines a Cristina Fernández, Sergio Massa y tradicionales delasotistas. Este movimiento peronista crítico podría alterar la dinámica política en Córdoba.
Si Parodi, el candidato radical, resulta vencedor, no solo se fortalecerá la oposición, sino que también se reconfigurará la interna del radicalismo provincial. La victoria de Parodi podría empoderar a la facción de Evolución, liderada por Emiliano Yacobitti, y respaldada por figuras influyentes como Rodrigo de Loredo y Martín Lousteau. Esto podría tener implicaciones a nivel provincial, especialmente con las próximas elecciones internas del partido radical.
En el caso de un triunfo de De Rivas, el candidato respaldado por Llaryora, se consolidaría el liderazgo del gobernador sobre el partido oficialista, permitiéndole reivindicarse frente a la oposición y reafirmar su control sobre la política local.
Escenario Incierto
En el comando de campaña de De Rivas, hay optimismo respecto a un posible triunfo ajustado, aunque reconocen que el alto porcentaje de indecisos (alrededor del 10%) añade una gran dosis de incertidumbre. Diferentes modelos de proyección han sido inconclusos, lo que lleva a los analistas a afirmar que "la moneda está en el aire".
La contienda en Río Cuarto se perfila como una de las más reñidas e impredecibles de los últimos tiempos, con cada candidato luchando por captar a los votantes indecisos en la recta final. El resultado de esta elección no solo definirá el futuro político de Río Cuarto, sino que también tendrá repercusiones significativas en el panorama político provincial y nacional.
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