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La doble función de Matías Chávez como Subsecretario de Ambiente y Director del Centro Veterinario Municipal genera indignación y acciones legales por parte de profesionales veterinarios.
En un hecho que ha causado gran revuelo en la ciudad de Resistencia, Matías Chávez, quien ya se desempeñaba como subsecretario de Ambiente del Municipio, fue nombrado hace dos meses también como Director del Centro Veterinario Municipal. Esta decisión ha sido fuertemente cuestionada debido a la falta de calificaciones veterinarias de Chávez, lo que ha llevado al Consejo Veterinario a repudiar su nombramiento y a los profesionales del centro a iniciar un juicio en su contra.
Matías Chávez es conocido por sus esfuerzos en la Subsecretaría de Ambiente, destacándose en la campaña para retirar caballos de las calles de Resistencia, entre otras acciones positivas. Sin embargo, su designación como Director del Centro Veterinario Municipal ha levantado serias dudas y críticas. El cargo requiere ser ocupado por un profesional veterinario, algo que Chávez no es, y su nombramiento ha sido considerado una grave incompatibilidad funcional.
El conflicto estalló públicamente este fin de semana cuando el Centro Veterinario no abrió sus puertas para las castraciones programadas, a pesar de que muchas personas esperaban bajo la lluvia desde temprano. La falta de comunicación eficiente exacerbó el malestar, destacando la ineficacia administrativa bajo la nueva dirección.
Chávez fue nombrado utilizando un antiguo reglamento del Sindicato de Trabajadores Municipales, lo que ha generado gran descontento entre los veterinarios del centro. Ellos argumentan que el puesto debe ser ocupado por un veterinario y han procedido legalmente para revertir esta situación. Además, se ha señalado que Chávez está cobrando por ambas funciones, lo que representa una clara incompatibilidad que debería ser investigada por la Fiscalía de Investigaciones Administrativas.
Los veterinarios del centro ya habían organizado sus funciones antes de este nombramiento, y la situación se ha complicado aún más con la designación de un veterinario, conocido como "Moncho" Rubier, amigo de Chávez, que solo trabaja con grandes animales. Esta decisión ha sido vista como un favoritismo inapropiado y una falta de respeto hacia los profesionales calificados del centro.
Fabián Pernazza, uno de los veterinarios afectados, explicó: "Hay un problema legal, razón por la cual los veterinarios del Centro Veterinario hacen juicio. Si quedara acéfala una dirección específica, como cuando una de las veterinarias debió ausentarse por embarazo, la Dirección General asume esas funciones, pero nunca que un subsecretario asuma las funciones de Director General. El manual de Misiones y Funciones dice que debe ser responsable un profesional. No creo que la Tecnicatura en Medioambiente te dé el poder. El Consejo Profesional no hizo lo suficiente”.
Este escándalo pone en evidencia la necesidad urgente de una revisión de los procesos de nombramiento y la garantía de que los cargos sean ocupados por profesionales calificados, asegurando así la correcta prestación de servicios a la comunidad.
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