
Gremiales
Crece la tensión en la provincia.
La gestión actual del Estado puntano con el plan "San Luis a Mil" pone en evidencia su ADN: una política de ajuste constante que busca generar ingresos a cualquier costo, sin considerar los intereses de la ciudadanía. Desde que asumió este gobierno, las quejas por el mal funcionamiento del servicio y la falta de nuevas conexiones se han acumulado. Este notable declive en la calidad del servicio de internet de alta velocidad por fibra óptica ocurre en un contexto de incrementos constantes en la tarifa, que a partir de mañana costará $12,000.
Una encuesta realizada en las redes sociales de El Diario de la República, en la que participaron más de doscientas personas, reveló que el 70% de los usuarios califica el servicio como malo (33%) o regular (37%). Lo que en su momento fue una política pública innovadora que posicionó a San Luis a la vanguardia de la tecnología, ahora ha degenerado en un servicio mercantilizado, cada vez menos accesible y plagado de deficiencias.
Los usuarios advierten que el gobierno provincial ha paralizado las nuevas instalaciones del servicio de internet por fibra óptica, a pesar del continuo interés de los ciudadanos. Varios testimonios en las redes sociales reflejan la frustración generalizada. Por ejemplo, una usuaria relató: "Yo era cliente, me mudé y me dijeron que para instalarlo en mi nuevo domicilio debía darlo de baja y volver a pedirlo. Eso hice, pero llevo un mes reclamando para que me lo vuelvan a instalar. Me dijeron que en mi barrio ya está completa la caja de conexiones y que no tienen presupuesto para comprar más cajas".
Esta situación contrasta marcadamente con la gestión anterior, que exhibía un dinamismo notable. Para octubre del año pasado, el servicio de internet de alta velocidad por fibra óptica ya había superado las 20,000 conexiones y estaba disponible en 32 localidades puntanas. Este crecimiento fue resultado de una planificación estratégica e inversiones constantes, según la exministra de Ciencia y Tecnología, Alicia Bañuelos.
Los actuales usuarios del servicio también expresan su insatisfacción. Las quejas sobre el funcionamiento defectuoso son frecuentes, y las respuestas que reciben dejan ver un claro abandono y falta de inversión por parte del Estado. Comentarios en redes sociales como "El servicio es malísimo, no podés ver una película sin que se corte" o "Últimamente está funcionando muy lento, parece un chiste que desde que empezó a aumentar, comenzaron los problemas", reflejan el sentir de los usuarios.
Desde diciembre, el gobierno de Claudio Poggi ha aplicado ajustes sistemáticos en la tarifa de San Luis a Mil. En enero, el servicio pasó de $2,500 a $6,000; en marzo subió a $9,000; y desde mañana costará $12,000. Este incremento del 380% en solo siete meses está muy por encima del índice inflacionario, y el gobierno lo justifica argumentando un aumento en los costos operativos. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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