
Opinión
La psicóloga Eva Sullivan visitó los estudios de RADIO REALPOLITIK FM (www.realpolitik.fm) para hablar sobre las principales preocupaciones que la gente lleva a su consultorio.
"Las grandes consultas tienen mucho que ver con el amor, ya sea en relaciones de pareja, con los hijos o el amor propio. A menudo, los problemas de ansiedad y depresión tienen en el trasfondo un conflicto relacionado con el amor", explicó Sullivan. La pandemia, según la psicóloga, exacerbó estos conflictos, obligando a las familias a convivir de manera intensa y a enfrentarse a problemas que antes no se hacían tan visibles. "Hubo un antes y un después en la pandemia, especialmente en lo que refiere a crisis familiares y de pareja. Estar todo el día juntos generó muchas tensiones y rigidez en los vínculos", agregó.
Uno de los efectos más marcados de la pandemia, según Sullivan, fue el incremento de trastornos de ansiedad y depresión. "Las consultas aumentaron considerablemente. La ansiedad, que ya era un problema en muchos, se exacerbó al extremo. También vimos que muchas personas dejaron de cuidar su aspecto físico, ya que no sentían la necesidad de hacerlo al estar confinados", comentó.
Sullivan también reflexionó sobre los efectos positivos de la pandemia en el campo de la psicoterapia, señalando que la virtualidad abrió una puerta para que más personas accedieran a tratamiento. "Antes de la pandemia, yo ya ofrecía consultas virtuales, pero la situación hizo que se naturalizara mucho más. Hoy tengo pacientes que alternan entre la terapia presencial y la virtual", destacó.
En cuanto a la ansiedad, profundizó en su naturaleza: "Es una emoción básica, como la tristeza o la alegría. Todos la sentimos en algún momento, pero lo que la convierte en un problema es la intensidad y la falta de control sobre ella. Cuando la ansiedad se dispara sin un peligro real, puede llevar a cuadros graves como el ataque de pánico", explicó.
Sullivan abordó el tema de las adicciones, señalando que estas no solo se manifiestan en sustancias, sino también en comportamientos cotidianos, como el uso excesivo de redes sociales o el juego patológico. "Hoy en día hablamos de adicciones comportamentales. Es el caso del comprador compulsivo o la persona que pasa horas en Instagram o Facebook buscando validación a través de 'me gusta'. Estas nuevas formas de adicción tienen un impacto emocional similar al de las adicciones químicas".
Uno de los temas principales que Sullivan tocó fue la dependencia emocional, un fenómeno que describió como un tipo de relación en la que una persona se inmola por la otra. "Es un pseudo altruismo", explicó, donde el dependiente da todo a su pareja no por bondad, sino por el deseo de ser indispensable. “Le da la llave de su casa, le presenta a sus hijos, le da todo, pero quiere algo a cambio: que el otro se quede a su lado", afirmó.
La psicóloga también destacó que este tipo de relaciones suelen estar ligadas a situaciones de conflicto y toxicidad. "Son relaciones donde hay mucho celo, inseguridad y miedo a perder. El dependiente emocional se convierte en carne de cañón para este tipo de vínculos, generando un círculo tóxico del que a veces ni se dan cuenta", comentó.
Otro punto relevante de la charla fue la codependencia, un término que surgió en los años 80 en los grupos de autoayuda para personas adictas. Según Sullivan, el término se aplica tanto a quienes sufren de adicciones químicas como a quienes tienen una adicción emocional hacia otras personas, buscando salvarlas o rescatarlas, pero con un trasfondo egoísta.
La charla también abordó el concepto de apego y su relación con las dinámicas afectivas. Sullivan explicó que todos necesitamos un apego seguro desde la infancia, que nos permita desarrollar relaciones saludables en la adultez. "El apego seguro es el que nos da la confianza de saber que alguien nos va a sostener cuando lo necesitemos", señaló.
Además, Sullivan alertó sobre los apegos inseguros, que pueden generar comportamientos de control y ansiedad en las relaciones. "Es el típico controlador que siempre está preguntando '¿dónde estás?', '¿qué estás haciendo?'", explicó, subrayando la diferencia entre un apego sano y uno patológico.
Finalmente, hizo hincapié en la importancia de prestar atención a las señales del cuerpo ante una situación de estrés crónico. "Cuando el cuerpo te manda señales, es hora de hacer una consulta", aconsejó. Las relaciones tóxicas, según Sullivan, pueden generar malestar físico, lo que debería ser un indicador para buscar ayuda profesional. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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