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31 de octubre de 2024 | Historia

El despertar de una potencia

Pearl Harbor y el ingreso de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial

Hacia fines de 1941, el gobierno norteamericano demoraba su decisión de convertirse plenamente en una nación beligerante. Todavía las presiones de la opinión pública en favor de la paz eran muy significativas. Sin embargo, en diciembre de ese año el ataque japonés a Pearl Harbor relevó a Roosevelt de la pesada responsabilidad de declarar la guerra.

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por:
Alberto Lettieri

Pese a los temores manifestados en el último tramo de los años 30 respecto de una eventual invasión alemana sobre el territorio de Nuevo México, la amenaza no aparecía desde el frente europeo, sino desde el asiático. En realidad, el conflicto de intereses entre Japón y los EE.UU. era anterior, pero se había agudizado a lo largo de la década de 1930. Por entonces, los japoneses intentaban crear y controlar por la fuerza una zona económicamente autárquica, en la próspera gran Asia Oriental. Esta expansión sobre el sudeste asiático era resistida por los empresarios y autoridades de la colonia americana de las Filipinas, así como por los comerciantes y productores norteamericanos que tenían una participación decisiva en los mercados comerciales, y que controlaban las ricas fuentes de materias primas de la región, tras la exitosa política de “puertas abiertas” impulsada a partir de 1899.

El avance de sus aliados alemanes en Francia y su probable victoria en la URSS animaron a los japoneses a dirigirse hacia el sur, y en 1941 se anexionaron la Indochina francesa. Los EE.UU., Gran Bretaña y los Países Bajos reaccionaron decretando el bloqueo total de sus ventas de chatarra y petróleo al Japón, y se congelaron las propiedades japonesas en los EE.UU. Si bien Japón disponía de una importante capacidad bélica, no contaba con yacimientos propios de petróleo, y sus reservas sólo alcanzaban para un tiempo muy limitado, por lo cual no les quedaba otra alternativa que abandonar la guerra con China o atacar la fuente de producción más próxima, las Indias Orientales holandesas.

El alto mando japonés concluyó que los EE.UU., económicamente mucho más poderosos, no se mantendrían al margen, por lo que decidió adelantarse y lanzar un ataque sorpresivo: el 7 de diciembre de 1941 la aviación japonesa destruyó gran parte de la flota americana estacionada en Pearl Harbor, en las islas Hawái.

Este ataque motivó una profunda polémica, ya que existen numerosos indicios que permiten afirmar que las autoridades americanas estaban informadas de la realización de esa operación bélica. Lo que se pretendió presentar como incompetencia militar norteamericana sirvió como excusa para un sacrificio deliberado impuesto por Franklin D. Roosevelt para forzar la entrada de los EE.UU. en la guerra.

El 8 de diciembre de 1941, el Congreso norteamericano aprobó la guerra contra Japón. Alemania e Italia, de acuerdo con lo dispuesto en su tratado con Japón, declararon la guerra a los EE.UU. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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