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11 de noviembre de 2024 | Nacionales

Doble estándar

Mientras Javier Milei expulsa a Diana Mondino, su aliado Eduardo Eurnekián negocia con el régimen cubano

La destitución de Diana Mondino por el voto a favor de Cuba en la ONU, mientras el aliado de Javier Milei, Eduardo Eurnekián, negocia la operación de un aeropuerto en La Habana, evidencia el doble estándar en el gobierno de Javier Milei, que critica públicamente al régimen cubano mientras permite oportunidades comerciales en el país.

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por:
Santiago Sautel

La reciente destitución de Diana Mondino como canciller tras el voto de Argentina en apoyo al fin del embargo a Cuba en la asamblea de la Organización de las Naciones Unidas ha puesto nuevamente en evidencia el doble estándar del gobierno de Javier Milei y su círculo de poder. Aunque el argumento oficial señala que la votación contravenía la postura libertaria contra las "dictaduras", fuentes diplomáticas aseguran que el voto fue respaldado por Mondino bajo órdenes superiores. Sin embargo, la acción sirvió para justificar su despido y colocar en su lugar a Gerardo Werthein, en una maniobra impulsada por Karina Milei.

Por otro lado, mientras se censuraba a Mondino por una supuesta afinidad con Cuba, se conoció que Eduardo Eurnekián, uno de los empresarios más influyentes en el círculo de Milei, se encuentra negociando la adquisición de la operación del aeropuerto José Martí en La Habana. Corporación América Airports, propiedad de ex jefe del presidente, lleva años expandiendo su dominio en infraestructura aeroportuaria por todo el mundo, desde Nigeria hasta el Caribe, y ahora parece estar a un paso de ingresar al mercado cubano.

La contradicción evidente

La situación plantea una pregunta inevitable sobre la coherencia del discurso libertario de Milei. Por un lado, su administración rechaza cualquier lazo con Cuba por considerarlo un régimen dictatorial incompatible con los valores de "la libertad". Pero, al mismo tiempo, permite y alienta el avance de sus aliados empresariales en negociaciones que requieren el visto bueno del gobierno cubano, el mismo que condena públicamente.


Diana Mondino, despedida por Javier Milei (Foto: AFP)

“Quizás el verdadero factor diferenciador entre Mondino y Eurnekián no radique en ser funcionaria pública o empresario, sino en la condición de mujer”, insinuó un alto miembro de la Cancillería, sugiriendo que el conflicto que la funcionaria saliente mantiene con la hermana del presidente podría estar marcado por una cuestión de género.

Esta contradicción deja al descubierto lo que parece ser una postura utilitaria y oportunista: mientras se critica a Cuba de cara a los votantes y aliados estratégicos como Estados Unidos, se mantiene una política pragmática cuando los intereses comerciales del entorno del poder están en juego. La reciente decisión de Milei, en la que claramente pesan tanto las posturas ideológicas como las ambiciones empresariales de su círculo cercano, refuerza las críticas sobre un "doble discurso" que se acomoda según la conveniencia.

La expansión de Eurnekián

Eduardo Eurnekián, que ha consolidado su empresa en el ámbito de las concesiones aeroportuarias y ha colaborado abiertamente con Javier Milei durante la campaña electoral, sigue una estrategia de expansión que abarca varios continentes. En el último año, ha apuntado a nuevos mercados en África, el Caribe y ahora también en Cuba.


Raúl Castro levanta la mano del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel (Foto: Reuters).

La gestión de Eurnekián en otros países no ha estado exenta de críticas por prácticas agresivas en busca de rentabilidad, un enfoque que, paradójicamente, podría hallar compatibilidad con el sistema cubano, siempre que el negocio aporte divisas y mejoras en infraestructura sin alterar el control estatal.

El poder del dinero

Este caso expone las inconsistencias en la retórica libertaria del gobierno de Milei. Mientras que en lo público y diplomático se busca dar una imagen de intransigencia frente a los regímenes autoritarios, en lo privado y económico se abre la puerta a las oportunidades que esos mismos regímenes puedan ofrecer.

La destitución de Mondino podría interpretarse como un paso más en la "limpieza" interna de voces disidentes, asegurando una Cancillería alineada, sin matices, con la política exterior del gobierno libertario, pero también una señal del poder de los empresarios cercanos a Milei, que no parecen compartir el mismo rechazo hacia el régimen cubano cuando se trata de ampliar sus negocios y generar ganancias. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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