Mi presupuesto o ninguno

"Si hubiera avances, el poder ejecutivo evaluará la posibilidad de convocar a extraordinarias para su tratamiento", agregó, abriendo la posibilidad de que, nuevamente, no haya presupuesto aprobado para el 2025, por lo que el gobierno debería continuar reacomodando el de 2023, tal como lo hizo este año.

José Luis Espert dejó en claro que, para el gobierno, resulta mucho más instrumental renovar el presupuesto vigente antes que sancionar otro nuevo, ya que esta última opción le exigiría hacer concesiones a gobernadores y legisladores para conseguir su aprobación. Por esta razón el gobierno planteó que el artículo 1° de la ley de leyes no debía incluir una cifra que indicara cuál sería el gasto del estado, sino que pusiera como prioridad el déficit cero. "El déficit cero no se negocia. Con déficit cero, todo; sin déficit cero, nada".

La tesis del oficialismo implicaría aprobar un presupuesto sin monto ni asignaciones de partidas, lo cual, en la práctica, implicaría el otorgamiento de una carta blanca para disponer de los fondos públicos a voluntad, algo a lo que se oponen los gobernadores y buena parte de los legisladores.

La falta de voluntad de avanzar en el tratamiento del Presupuesto 2025 ya se había explicitado la semana anterior, cuando Espert ninguneó a los gobernadores al afirmar que votarían cualquier versión del presupuesto que les impusiera Javier Milei.

Los gobernadores de JxC se cansaron –al menos, hasta ahora- del constante destrato por parte del oficialismo, y decidieron no sólo negarse a votar el proyecto presentado sino también la elaboración de uno alternativo, con legisladores del pichettismo, el Pro y el radicalismo. 

Gobernadores y legisladores colaboracionistas han venido respaldando mayoritariamente las iniciativas oficiales, en muchos casos luego de poner el grito en el cielo con críticas que casi nunca sostuvieron. Los últimos casos fueron las exitosas gestiones de Karina Milei y Martín Menem para voltear la sesión convocada por la oposición para anular el DNU del canje de la deuda y modificar la ley que reglamenta la vigencia de los DNU, y respaldaron el último martes el canje de deuda de Luis "Toto" Caputo, a cambio del giro de fondos para obras estratégicas.

Sin embargo, la discusión del Presupuesto les toca directamente el bolsillo y pone en riesgo la gobernanza de las provincias en el próximo año, por lo que habrían decidido resistir, al menos inicialmente. Para facilitar las negociaciones, los gobernadores propusieron desplazar de las negociaciones a Espert y a Martín Menem, y tratar directamente con Guillermo Francos.

Pero los gobernadores tienen en claro que el gobierno está montando una puesta en escena, ya que lo que le interesa es prorrogar la vigencia del Presupuesto 2023, para evitar una negociación que le significaría concesiones económicas y la resignación de algunas metas y objetivos. Como es sabido, el gobierno desprecia las instituciones de la República, por lo que en caso de lograr su objetivo tendría manos libres para hacer lo que desee, además de poder culpar a gobernadores y legisladores por el fracaso de la iniciativa oficial. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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