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La gestión del riesgo hídrico en Jujuy necesita un enfoque integral que combine infraestructura, normativas claras y un compromiso social para evitar que estas problemáticas se profundicen.
El director de Recursos Hídricos de Jujuy, Guillermo Sadir, admitió que la situación hídrica de la provincia enfrenta serios desafíos, agravados por asentamientos en zonas de alto riesgo y una infraestructura que requiere inversiones urgentes.
Con el inicio de la temporada de lluvias, la saturación de las cuencas y el aumento en los niveles de los ríos generan desbordes que afectan asentamientos urbanos y productivos localizados en áreas de riesgo. Sadir mencionó casos específicos como el río Chijra en la capital provincial, el arroyo Las Martas en Palpalá, y los conos de desagüe en la Quebrada, donde tanto viviendas como proyectos productivos y turísticos están expuestos a inundaciones.
"Hay asentamientos en zonas rojas de desagües, como en Chijra y Palpalá. En la Quebrada, las cuencas secas tributarias del río Grande también están ocupadas por viviendas y actividades productivas", explicó Sadir. Según el funcionario, esta situación no solo representa un riesgo para los ocupantes, sino que complica las tareas de mitigación y manejo hídrico.
Para abordar el problema, la Dirección de Recursos Hídricos ha iniciado trabajos de recuperación de cauces, remoción de sedimentos y construcción de defensas más firmes en áreas críticas. Sin embargo, Sadir subrayó que estas medidas requieren tiempo y una inversión significativa para ser sostenibles a largo plazo.
Sadir también destacó la necesidad de un enfoque regulatorio más firme. "Estamos trabajando con municipios y el área de Ordenamiento Territorial para definir zonas rojas y evitar nuevas construcciones. Es crucial reubicar asentamientos críticos porque no hay obras que puedan garantizar la seguridad en esos lugares", señaló.
La resistencia de algunos ocupantes es otro de los factores que complican la situación. "Hay quienes conocen los riesgos y deciden quedarse, ya sea por necesidad o por usurpación. No todas las familias en zona de riesgo desconocen el peligro; muchas lo asumen deliberadamente", comentó el funcionario.
La gestión del riesgo hídrico en Jujuy necesita un enfoque integral que combine infraestructura, normativas claras y un compromiso social para evitar que estas problemáticas se profundicen. Las lluvias no solo evidencian la fragilidad de las defensas existentes, sino también la urgencia de articular políticas públicas que prioricen la seguridad y la sostenibilidad. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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