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La crisis en el Organismo Provincial de Niñez y Adolescencia (OPNYA) ha alcanzado un punto crítico con fugas, violencia y decisiones controvertidas, dejando a Viviana Arcidiácono al borde de su salida mientras el gobierno lucha por encontrar un reemplazo en medio de intrigas y una gestión desgastada que arrastra a Andrés Larroque.
La crisis en el Organismo Provincial de Niñez y Adolescencia (OPNYA) parece haber llegado a un punto de quiebre. Luego de la última fuga mediática, el intento de motín que dejó cuatro trabajadores heridos en el centro de recepción La Plata y la controvertida decisión de incluir menores de trece años en institutos cerrados del conurbano, la situación se ha vuelto insostenible. Hace tiempo que el vaso se colmó y alguien debe asumir el costo político.
Todas las miradas están puestas en Viviana Arcidiácono, subsecretaria del organismo, quien resiste en su cargo contra viento, marea y cualquier tipo de lógica. Sin embargo, muy a su pesar, su salida parece inminente. El problema para el gobierno provincial es que no hay candidatos con suficiente experiencia para reemplazarla y, entre quienes la tienen, se encuentran personajes que han jugado un rol clave en el deterioro del organismo y en las maniobras que podrían precipitar su salida.
Uno de esos nombres es el de Claudio “Momia” Otero, quien hasta último momento operó intensamente para ser designado como sucesor. Sin embargo, su presente lo condena y su ascenso parece haber quedado descartado. Ante esta situación, el ministro y su círculo de confianza analizan una alternativa: la promoción del actual director provincial, Pablo Lachener. Aunque aún es relativamente nuevo en el OPNyA, algunos funcionarios aseguran que su ascenso estuvo planeado desde un principio.
Mientras tanto, la ex macrista Arcidiácono sigue resistiendo en su puesto. Su salida es un pedido a voces, pero la incertidumbre sobre su reemplazo genera dudas sobre si el cambio traerá mejoras. Lo único seguro es que en el OPNyA siempre se puede estar peor.
Las intrigas políticas y los llamados a toda hora se han convertido en una constante en torno al ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés "Cuervo" Larroque. Su 2025 no es el que había soñado: lejos de consolidarse con un saldo positivo tras su paso por la gestión de Axel Kicillof, ahora busca refugio en las listas legislativas, resignando su anhelo de proyectarse como un dirigente con peso en el ejecutivo provincial.
A pesar del blindaje mediático del que goza Larroque -algo que incluso ha sido señalado por el peronista Guillermo Moreno-, su gestión en el OPNyA es insostenible y lo arrastra a una crisis de la que cada vez le cuesta más escapar. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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