
Pelota dividida
Gobernador Axel Kicillof: Le dirijo esta carta pública en respuesta a sus recientes declaraciones, en las que responsabiliza a Javier Milei del "caos electoral". Quiero explicarle cómo funciona una democracia federal y, a la vez, revelarle las motivaciones de su inconsciente que lo llevaron a decir tantas estupideces. Gobernar no es para cobardes.
Al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof:
He leído con profunda preocupación sus conceptos sobre el actual proceso electoral, en los que responsabiliza al presidente Javier Milei de “haber armado un caos” en el mismo, al modificar las reglas de juego en vigencia hasta ahora.
En primer lugar quiero recordarle que la suspensión de las PASO y, previamente, la aprobación de la Boleta Unica, fueron decididas por las mayorías parlamentarias nacionales, con el apoyo incluso de legisladores del espacio al que usted pertenece. Tampoco parece justo reprocharle al gobierno de La Libertad Avanza -el cual, al igual que usted, me parece nefasto- haber mandado “por primera vez en la historia democrática argentina, una ley de cambio de las PASO en un año electoral”, lo que según usted argumenta “no le da tiempo” para organizar adecuadamente los comicios, ya que “se acumularía la gente para votar”, al tener que registrar su voto en dos urnas diferenciadas.
Usted afirma que “Milei, de la nada, sin consultar a la provincia, cambió el sistema”. La pregunta sería por qué debería haberla consultado, si según la constitución las elecciones nacionales son definidas por el poder ejecutivo con acuerdo parlamentario, mientras que las elecciones provinciales son de exclusiva responsabilidad de las provincias.
Por estas razones, el problema “logístico y operativo” que usted plantea que se le presenta a la provincia de Buenos Aires, y que sostiene que “es todo responsabilidad de Milei”, falta a la verdad. Ni la modificación del sistema electoral nacional se hizo en contradicción con los plazos dispuestos por la constitución, ni tampoco la suspensión de las PASO.
¿No sería mejor que se sincerara y admitiera que sólo está buscando argumentos operativos para disociar las elecciones provinciales de la nacionales, para evitar que escale aún más el conflicto que mantiene al respecto con Cristina Fernández de Kirchner y La Cámpora? ¿No es mejor sincerarse que ser un cobarde?
¿Es responsabilidad de Milei que la suspensión de las PASO se aprobara con 162 votos afirmativos, 55 negativos y 28 abstenciones, muchos de los cuales fueron emitidos por legisladores del espacio al que usted pertenece?
En sus declaraciones, propias de una persona que apenas cursa la escuela primaria, usted trata de presentar como una imposición operativa el desdoblamiento electoral, afirmando: “Milei está generando un caos. Todas las provincias están desdoblando, estoy en consulta con todos los sectores y mi respuesta sería ‘tenemos que garantizar que la gente pueda votar’”.
Póngase de una vez los pantalones largos y admita su voluntad de dar disputa interna con su antigua jefa en las urnas, en lugar de recurrir a excusas de escasa credibilidad. Las argumentaciones elípticas y escasamente creíbles sólo podrán convertirlo en un nuevo Alberto Fernández, y ya sabemos cuál ha sido el costo que esa decisión inconsulta de Cristina nos provocó a todos los argentinos.
Sin más, lo saludo muy cordialmente.
(*) Mg. Santiago Sautel es director del GRUPO REALPOLITIK.
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