
Cultura
En una reciente manifestación en la Legislatura, familiares de los trabajadores del volante expusieron los problemas que atraviesan aquellos que mantienen en funcionamiento el servicio en la capital jujeña.
El conflicto en el transporte urbano de Jujuy sigue escalando, y las denuncias sobre las pésimas condiciones laborales de los choferes se han vuelto cada vez más alarmantes. En una reciente manifestación en la Legislatura, familiares de los trabajadores del volante expusieron los problemas que atraviesan aquellos que mantienen en funcionamiento el servicio en la capital jujeña.
Uno de los testimonios más contundentes provino de la esposa de un chofer, quien reveló que varios trabajadores llevan hasta cuatro meses sin cobrar sus salarios. “No estamos viviendo como cualquier familia. Hay choferes que no reciben el sueldo hace cuatro meses. Otros deben firmar un vale por una goma rota o se les descuentan hasta 6 millones de pesos, y si no lo firman, no reciben su pago”, relató con indignación.
A la falta de pago se suman otros graves problemas: la escasez de uniformes, el acoso por parte de las empresas que dificultan que los choferes consigan empleo en otras líneas, e incluso amenazas para evitar que se cambien de empleador. Además, uno de los choferes involucrados en un accidente durante su recorrido por Lozano ahora enfrenta un descuento millonario, lo que pone en duda cómo estos trabajadores y sus familias logran subsistir en medio de tan injustas condiciones.
El conflicto también se extiende a la relación con los sindicatos. La esposa de uno de los choferes denunció que el veedor de la UTA Jujuy, Julio César Ramírez, no ha hecho nada para solucionar los problemas y ha abandonado a los trabajadores. “Los choferes están en total abandono. Desde que asumió como veedor, parece que su interés es no normalizar la situación para quedarse en el cargo”, acusó.
A la crisis económica de los trabajadores se suma el incumplimiento de las paritarias nacionales. Mientras que un chofer con más de 20 años de antigüedad debería percibir un salario de más de 1.200.000 pesos, aquellos con menor tiempo de servicio apenas alcanzan los 663.000 pesos. Esta diferencia salarial genera un creciente malestar en el sector.
El municipio capitalino también está en el centro de la polémica. Se ha denunciado una presunta connivencia entre los funcionarios locales y la empresa El Urbano, que habría entregado colectivos a la Municipalidad para el uso del personal de higiene urbana. Esta situación agrega más dudas sobre la transparencia de las decisiones políticas en torno al transporte.
Por último, los familiares de los choferes también cuestionaron el aumento en el boleto del transporte urbano, al considerar que los recursos obtenidos no se destinan adecuadamente a mejorar las condiciones de los trabajadores ni el servicio. La situación del transporte en Jujuy está lejos de resolverse, y los choferes siguen siendo los grandes afectados. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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