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Con presupuesto oculto, el gobierno de la provincia de Buenos Aires lanzó una compulsa que promete superar los 1.000 millones de pesos. Actores cercanos a Axel Kicillof temen por la fragilidad del relato de "emergencia financiera" tras una seguidilla de gastos innecesarios.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, ha generado una nueva controversia al ordenar una licitación multimillonaria para la compra de equipos informáticos, pese a la grave crisis económica que atraviesa la provincia. Se trata de la licitación pública 614-0087-LPU25, publicada bajo la modalidad de convenio marco de compras. Este mecanismo permite la selección de uno o varios proveedores para el suministro directo de insumos a las entidades provinciales, garantizando precios y condiciones establecidas en el convenio.
El paquete de adquisición incluye más de 750 computadoras de escritorio, más de 1.000 monitores de alta resolución, 600 computadoras portátiles, 300 tablets y 20 pizarras interactivas. Sin embargo, lo preocupante es que no se ha publicado el presupuesto asignado a esta licitación, lo que impide conocer con certeza el monto total del gasto. Basándose en los precios de mercado, se estima que el costo podría superar los 1.000 millones de pesos.
Este desembolso millonario contrasta con el discurso del propio Kicillof, quien ha manifestado que la provincia se encuentra en emergencia económica y ha utilizado esta justificación para frenar aumentos salariales a los trabajadores estatales. La pregunta inevitable es: si no hay dinero para salarios, ¿de dónde sale el presupuesto para esta compra masiva?
Otro aspecto alarmante es que la provincia de Buenos Aires sigue funcionando con el presupuesto prorrogado de 2023, ya que Kicillof no logró o no quiso consensuar un nuevo presupuesto con la oposición en la Legislatura. Además, el gobernador se enfrenta a restricciones para tomar nueva deuda, debido a que la Legislatura le negó la posibilidad de endeudarse nuevamente en dólares. A pesar de esto, el ejecutivo encontró un atajo en la "ley complementaria permanente del presupuesto de 2024" que le permitió emitir letras del tesoro por 300 millones de dólares y 134.000 millones de pesos.
Esto ha generado un fuerte debate legal y político. Mientras el oficialismo defiende la constitucionalidad de estas maniobras, la oposición sostiene que "rozan lo inconstitucional", ya que la carta magna provincial establece que todo gasto adicional necesita la aprobación de dos tercios de la Legislatura.
Prioridades en cuestión: Inversiones en lujos mientras faltan recursos básicos
Esta compra masiva de equipamiento informático no es la única licitación controvertida del gobierno de Kicillof. Recientemente, se conocieron otras contrataciones de gastos superfluos, como la renovación de la iluminación de la Casa de Gobierno por más de 113 millones de pesos o la adquisición de globos y otros elementos de comunicación institucional por 200 millones de pesos.
Todo esto ocurre mientras los municipios reclaman fondos que no han sido transferidos, los docentes y empleados estatales reciben aumentos insuficientes y la provincia sigue acumulando déficit financiero. Según proyecciones oficiales, Buenos Aires enfrentará un déficit primario de 600.000 millones de pesos y un déficit financiero de 1,4 billones en 2025.
El accionar del gobierno de Axel Kicillof plantea serios interrogantes sobre la transparencia y la responsabilidad fiscal en el manejo de los recursos públicos. Mientras se justifica la falta de fondos para salarios y servicios esenciales, se continúan ejecutando licitaciones millonarias sin una justificación clara sobre su urgencia o necesidad. La falta de un presupuesto aprobado y la negativa de la oposición a habilitar nuevas deudas solo incrementan las dudas sobre el futuro financiero de la provincia. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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