
CABA
Las partes se encuentran a la espera de una solución que permita descomprimir el conflicto y garantizar el derecho a la educación para los estudiantes de la provincia.
Las tensiones entre el Gobierno de Santa Cruz y los sindicatos educativos de la provincia continúan escalando, con un nuevo capítulo en el conflicto docente que afecta a la región patagónica.
El Congreso de la Asociación de Docentes de Santa Cruz (ADOSAC) decidió ayer, en una reunión, llevar a cabo un paro de 96 horas, que abarcará los días martes 25, miércoles 26, jueves 27 y viernes 28 de marzo. El reclamo está centrado en tres puntos clave: la activación de la cláusula gatillo, una recomposición salarial y la mejora de las condiciones edilicias de los establecimientos educativos.
Este paro se produce después de una serie de reuniones con el Gobierno provincial que no lograron avanzar en una oferta salarial satisfactoria para los docentes. Durante la última reunión, el viernes pasado, no se ofreció una propuesta concreta, lo que llevó a la decisión de convocar a este paro, con la esperanza de que pueda haber avances en los próximos días para levantar la medida de fuerza.
El reclamo por las condiciones edilicias es especialmente relevante. El viernes anterior, Nahir Castillo, vocal por los padres en el Consejo Provincial de Educación (CPE), presentó un recurso de amparo solicitando un informe sobre el estado estructural de los edificios escolares, el plan de mantenimiento y el detalle de los recursos utilizados para su reparación.
La respuesta del Gobierno provincial no se hizo esperar. Esther Pucheta, vicepresidenta del CPE, confirmó que no se abonarán los días no trabajados durante el paro. “Ante la decisión del Congreso de ADOSAC de realizar 96 horas de paro, el CPE definió no abonar los días en los que no se presten servicios. Esta medida se toma en un contexto de reiterados llamados al diálogo que no han sido correspondidos”, expresó Pucheta, quien también destacó la falta de voluntad de diálogo por parte de algunos sectores del gremio.
Además, Pucheta agregó que esta situación compromete la educación de los alumnos, afectando tanto el presente como el futuro de las próximas generaciones.
La medida de fuerza de ADOSAC es una muestra más de la creciente tensión entre el sector docente y el Gobierno de Santa Cruz, que ha llevado a la realización de numerosos paros desde el inicio del ciclo lectivo de 2025, lo que está afectando la calidad educativa en la región. Las partes se encuentran a la espera de una solución que permita descomprimir el conflicto y garantizar el derecho a la educación para los estudiantes de la provincia. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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