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El nosocomio, que depende del gobierno de la provincia de Buenos Aires y aterra a los vecinos de la localidad de Mercedes. Diagnósticos errados, tratos inhumanos y pacientes que luchan por sus vidas.
En las últimas semanas, las denuncias contra el hospital Blas L. Dubarry, ubicado en Mercedes y dependiente del ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, comenzaron a apilarse. La mayoría de los casos señalan mala praxis, presuntos profesionales de la salud que no saben distinguir enfermedades o síntomas y, peor aún, casos donde sus errados diagnósticos generaron daños mayores. En ese sentido, muchos pacientes decidieron hacer público su caso mediante redes sociales. Entre los testimonios más recientes, destaca el dramático caso de Lorena Miraglia, una madre de 43 años que lucha por su vida tras una serie de intervenciones fallidas en el nosocomio.
Miraglia, madre de tres hijos, ingresó al Dubarry el 30 de enero para una cirugía por una patología ginecológica tumoral. Según un familiar, tras la operación inicial sufrió "fuertes dolores sin responder a los analgésicos", lo que llevó a una segunda intervención tres días después. En esta, dirigida incluso por el director del hospital, Walter Crema, se informó que "la operación había sido exitosa", aunque se rompió una vena entre la vejiga y los riñones, problema que presuntamente resolvieron con un catéter. Sin embargo, los dolores persistieron y, al día siguiente, en una tercera cirugía, se descubrió una fisura de 20 centímetros en el intestino grueso causada en la intervención previa. "Su intestino parecía un colador", describió un allegado.A pesar de la gravedad, Crema se opuso a trasladarla a un centro de alta complejidad, una práctica que, según la familia, busca evitar que otros profesionales "atestigüen incidentes de mala praxis". Durante quince días, Lorena permaneció en el Dubarry mientras "los alimentos se filtraban por los agujeros de sus intestinos" y "sus pulmones estaban contaminados con líquido". Finalmente, tras la intervención del intendente Juan Ustarroz, solicitada por un familiar, se logró su traslado al hospital de alta complejidad en red El Cruce, Dr. Néstor Kirchner, en Florencio Varela, donde hoy pelea por sobrevivir.
Más casos
Este caso se suma a otros igual de alarmantes. Zule Mercedes, por ejemplo, vía Facebook se mostró acongojada por una situación muy particular: "Nunca hago esto y menos en contra de un hospital, pero estoy sacada", inicia el descargo. "Me vine desde el trabajo con un dolor insoportable que no podía estar parada, me hicieron estudios y me pusieron suero. Esto fue a las 9.00 de la mañana o antes, son las 14.30 y los del laboratorio todavía no entregaron nada. Los médicos llaman y no les dan respuestas", siguió.
Pero ella no fue la única que sufrió esa extensa espera sin respuestas, de acuerdo a lo que relató: "Hay otra chica que está acá, también con suero y con el mismo dolor que yo. Ella llegó a las 5.00 de la mañana y tiene un bebé. Recién pidió el alta porque tenía que ir a cuidar a su hija. Se fue sin los estudios y sin saber qué tiene, qué tenemos, por qué el laboratorio no atiende las llamadas. Alguien me explica qué pasa", publicó.
En respuesta a ese caso, una mujer contó que a su esposo le hicieron un análisis en ese nosocomio y le dijeron que tenía cálculos renales. Sin embargo, "un día se desvaneció y quedó internado. Ahí nos dijeron que sus glóbulos blancos estaban por el piso y que había sospecha de cáncer", contó. Luego de ir a un profesional privado, "en dos días teníamos un diagnóstico de linfoma de Hodgkin en etapa 4 avanzado por todo el tiempo perdido acá porque para ellos solo eran cálculos renales".
Otro testimonio que conmocionó a los vecinos de Mercedes fue el de una niña de catorce años a la que le diagnosticaron gastroenteritis y apenas dos horas después sus riñones casi dejan de funcionar porque tenía neumonía bilateral y el líquido infeccioso recorrió una parte de su cuerpo. Natalia Galindre, su madre, contó que la menor está con casi 40 grados de fiebre debido a la infección que generó el lupus. "Es una enfermedad que no se cura, pero tiene tratamiento", relató angustiada ante la imposibilidad de costear los gastos que demandará. Ante ello, pidió ayuda a la comunidad local y la divulgación de los hechos.
Otro testimonio expone aún más la ineptitud total del nosocomio explica que a una mujer embarazada "la citaron a las 8.00 de la mañana para hacerle la cesárea, con ayuno desde las 20.00 del día anterior, pero no le hicieron la cesárea porque pasaba el féretro de la enfermera fallecida a las 11.30 de ese día. Es decir que, podrían haberle hecho la cesárea tranquilamente, pero le dijeron que hasta que no pase eso no se la iban a hacer. Recién a las 13.00 la subieron a la sala de parto".
"Con una señora estamos desde las 9.00 de la mañana en la guardia. Si das vuelta, están todos tomando mate o comiendo en vez de hacer su maldito trabajo. ¿Para qué estudian medicina si son los primeros en no curar la vida de los pacientes?", sentenció otro.
Lo más grave es que, desde el año 2022, los vecinos vienen haciendo incontables denuncias contra este hospital por casos de mala praxis, pero los fiscales de Mercedes desestimaron las presentaciones y pruebas. Ante ello, según pudo saber este medio, los vecinos están analizando volver a avanzar con denuncias de forma colectiva. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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