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El argentino falleció el lunes tras doce años de papado en Roma y dejó recuerdos de todo tipo. Rescatamos algunos fuera de lo común.
Ni bien fue ungido como Papa, quien hasta horas antes se desempeñaba como Arzobispo de Buenos Aires tuvo que empezar a dedicarse a una de las tareas más agobiantes de su nueva función: las interminables reuniones protocolares que su puesto le impone diariamente. Francisco inició sus diligencias a paso firme, salvo cuando, en una audiencia ante cardenales, tropezó mientras intentaba bajar de su trono vaticano. Salió del brete con gran estilo... argento: haciéndose el distraído con una sonrisa inmaculada y abrazando a quien lo esperaba a pocos centímetros de distancia. La resolución, más propia de un acto de comedia que de los rigores vaticanos, pareció ser aprobada por el aplauso de los presentes.
Comenzaba el 2014 y la guerra en Ucrania alcanzaba instancias dramáticas. Por eso, Francisco sintió que era necesario ofrecer un mensaje de paz al mundo y apeló a uno de los más ineludibles símbolos religiosos: la paloma blanca. Lanzó dos ejemplares de ellas desde su tradicional balcón en la Plaza San Pedro, esperando que ese cándido gesto conmoviera a las oscuras almas que cargan los cañones, pero para su desgracia sólo logró despertar el apetito de un cuervo y de una gaviota, quienes irrumpieron en escena atacando a las aves ante la atónita mirada de los millones de ojos que seguían el acontecimiento.
Francisco estaba dando una de sus habituales misas dominicales ante los miles de fieles que semanalmente se congregan en la plaza principal del Vaticano cuando, de repente, un pequeño e involuntario equívoco lo expuso ante lo que sería el yerro más viralizado de su papado. Su Santidad, seguramente mareado por tener que cambiar constantemente el chip mental entre español, el latín y el italiano, dijo "cazzo" en vez de "caso". Consciente del error, quiso enmendarlo al instante, pero su buena voluntad (más humana que divina) no pudo evitar la rápida difusión del video por la web. Lejos de horrorizarse, la aldea virtual tomó el yerro con humor y hasta hubo quienes looperaron la palabra en cuestión (que en italiano significa "culo") en ingeniosas piezas musicales.
Después de ofrecer su primera misa de Pentecostés como Sumo Pontífice, Francisco se acercó a saludar a una serie de fieles con distintas enfermedades. La acción fue seguida por TV2000, canal de los obispos italianos, cuyas cámaras registran en un momento dado al argentino recibiendo un mensaje al oído de parte de un cura mexicano. Según se difundió en su momento, el Padre Juan Rivas le estaba solicitando al Papa que le realizara un exorcismo a Ángel, un muchacho en silla de ruedas al que había llevado a esa instancia. Tal como se observa en las imágenes, Francisco (que estilaba vincularse a exorcistas antes de llegar al Roma), toma la cabeza del muchacho, despertando en él una serie de reacciones sugestivas. Dada la polémica, el Vaticano tuvo que salir a desmentir el rumor, aclarando que "el Papa no pretendía efectuar ningún exorcismo, sino simplemente orar por alguien que estaba sufriendo".
Faltaban instantes para la Nochebuena y el Papa acababa de realizar la bendición "Urbi et orbi" en el pesebre emplazado sobre la Plaza del Vaticano cuando, imprevistamente, una mujer desnuda apareció en escena y se llevó todas las miradas por dos grandes motivos: logró superar el infranqueable operativo de seguridad y tomó con sus manos al Niño Jesús que yacía en su lecho de paja al grito de "¡God is woman!". Un excitado agente intentó detenerla mientras solicitaba a grito pelado la ayuda de sus compañeros, quienes demoraron en asistirlo. Más de 2000 años después de su nacimiento, el pequeño Cristo recibió en su lecho natal una inesperada visita: la de esta activista de Femen, un movimiento que acostumbra a aprovechar actos de gran atención pública para postular sus proclamas. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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