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Títulos demorados, cargos docentes sin cubrir, ausencia de gabinetes y bullying en aumento: la realidad educativa en Jujuy preocupa a docentes, familias y estudiantes. Miriam Serrano habló, pero sus respuestas dejaron más dudas que certezas.
El Ministerio de Educación de Jujuy atraviesa una profunda crisis. Esta semana se multiplicaron los reclamos: docentes sin designaciones, egresados sin títulos, escuelas sin gabinetes psicopedagógicos y nuevas denuncias por casos de bullying. Frente a este escenario, la ministra Miriam Serrano rompió el silencio, aunque sus declaraciones evidenciaron más la falta de planificación que la voluntad de dar respuestas concretas.
Uno de los puntos más conflictivos es el otorgamiento de cargos docentes. Los gremios y docentes autoconvocados denuncian desorganización e irregularidades en el sistema de ofrecimientos. Serrano reconoció los problemas, aseguró que ya se está interviniendo, pero evitó dar plazos concretos para normalizar la situación.
Sobre los títulos, otro de los ejes de las quejas, la ministra repitió que el tema “está en tratamiento” y que se esperan soluciones “en el corto plazo”, sin precisar cómo se agilizará un proceso que lleva meses estancado.
Respecto a los gabinetes psicopedagógicos, admitió que no es posible cubrir la demanda en las más de mil escuelas de la provincia. “Simplemente por la cantidad”, justificó, sin ofrecer ninguna alternativa que refuerce el acompañamiento institucional en un momento crítico para la salud mental de los estudiantes.
En cuanto a los casos de bullying, que han ganado visibilidad gracias a denuncias en redes sociales, la ministra los calificó como “situaciones multifactoriales” que requieren acciones interministeriales. Habló de protocolos existentes, del trabajo con otras áreas como Fiscalía o Desarrollo Humano, pero no ofreció un diagnóstico sobre por qué siguen ocurriendo ni propuso medidas preventivas.
El hecho más resonante fue el ocurrido en Alto Comedero, donde un episodio de violencia escolar se viralizó y expuso la fragilidad del sistema. Según Serrano, la dirección de Acompañamiento Integral actuó “desde el primer momento”, con presencia de psicólogos y terapeutas. Sin embargo, desde la comunidad educativa denuncian que la intervención estatal llega siempre tarde y no alcanza para contener el problema de fondo.
Mientras tanto, la educación pública jujeña sigue acumulando deudas: no solo financieras, sino también humanas y estructurales. La ministra habla, pero las escuelas esperan respuestas que no llegan. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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