
Foro de Paz
Hace algunos años fue contratada por el Senado Nacional bajo la presidencia de Amado Boudou, donde percibió un salario elevado para una brindar capacitaciones sin responsabilidades visibles. Hoy es conocida por su vínculo con Javier Milei y su escandalosa irrupción en su vida privada.
Ros Mery Maturana Larach, conocida hoy por su cercanía con el presidente Javier Milei y por su escandalosa irrupción en la vida privada del mandatario, tuvo un fugaz y polémico paso por la administración pública en tiempos del kirchnerismo. Fue contratada por el Senado de la Nación Argentina durante la presidencia de Amado Boudou para trabajar en el Centro de Capacitación Superior, cobrando una suma que, al tipo de cambio de la época, equivalía a más de mil dólares mensuales.
Ros Mery, apodada por los medios como “Oscurita”, saltó recientemente a la fama mediática como la presunta “tercera en discordia” en la separación entre Javier Milei y Amalia "Yuyito" González. Pero su historia política es menos conocida: tuvo vínculos con el massismo, contactos con el kirchnerismo y hasta un breve cargo público durante la cuestionada administración de Amado Boudou en el Senado.
Según documentación oficial a la que accedió REALPOLITIK, Maturana fue incorporada a la administración pública mediante un contrato de locación de servicios en septiembre de 2015, firmado por el entonces presidente del Senado. Su destino fue el Centro de Capacitación Superior, una dependencia menor del ámbito legislativo, donde percibía un salario mensual de 12 mil pesos. A valores de ese momento, la cifra equivalía a 1.224 dólares al tipo de cambio oficial o 857 dólares al tipo de cambio blue.
Se trata de un monto considerable si se considera que se trataba de una función de asesoría en un área educativa, sin responsabilidades visibles ni resultados documentados. El decreto lleva la firma del entonces director de Recursos Humanos, Marcelo Daniel Plomer, un conocido operador kirchnerista y mano derecha de Boudou en la cámara alta, que en 2014 se aseguró su pase a planta permanente con la categoría más alta del escalafón legislativo.
Por otro lado, vale destacar que el Centro de Capacitación Superior forma parte de un plan de formación permanente dentro del Senado destinado a profesionalizar y perfeccionar el desempeño de sus agentes en la gestión legislativa. A través de sus distintas áreas -capacitación parlamentaria, técnico-profesional, investigación, lenguas extranjeras y gestión de calidad- diseña e implementa cursos, talleres, jornadas y diplomaturas que abarcan desde la técnica legislativa hasta la actualización normativa, el uso de lenguas extranjeras y la mejora continua de procesos. Su objetivo central es fortalecer la calidad institucional de la cámara alta, optimizar su funcionamiento y consolidar el vínculo con la ciudadanía.
Nacida en el ámbito del Frente Renovador de Sergio Massa, Maturana militó activamente en ese espacio al menos hasta 2016. En entrevistas recientes, ha reconocido haber asesorado a Milei en cuestiones de imagen, “por fuera del partido”, destacando que fue quien impulsó su estilo más “rockero”, incluidos los cambios de corbata, campera y hasta el conjunto deportivo negro y azul que hoy caracteriza al mandatario.
La relación con Milei, según ella misma cuenta, es de “amistad profunda, con atracción mutua pero sin romance formal”. Una declaración que no cayó bien en el entorno presidencial, sobre todo tras la filtración de un audio en el que “Yuyito” González le reprocha el vínculo. “No me banco a las cacatúas gritonas”, respondió Maturana, generando una ola de reacciones mediáticas.
Aunque Ros Mery Maturana niega ser una “política”, su trayectoria incluye pasos por al menos tres espacios políticos distintos: el massismo, el kirchnerismo (vía Boudou) y ahora el mileismo libertario. En todos los casos, su rol fue informal, periférico, pero estratégicamente ubicado en el terreno comunicacional o estético de los líderes.
Su contratación en el Senado en 2015 revela otro caso de “acomodos” en la administración pública durante el final del ciclo kirchnerista, con funcionarios como Plomer operando designaciones que hoy vuelven al centro de la escena por caminos insólitos.
El presidente Milei, que se jacta de combatir la casta y haber terminado con los ñoquis del estado, se ve ahora rodeado de personajes que, como Maturana, no solo pasaron por la estructura pública, sino que lo hicieron de la mano de figuras emblemáticas del kirchnerismo. En este caso, nada menos que bajo la égida de Amado Boudou. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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