
Foro de Paz
Rubén "Pollo" Sobrero, secretario General de la Unión Ferroviaria seccional Oeste, volvió a poner el dedo en la llaga del sindicalismo argentino. El dirigente no ahorró cuestionamientos hacia la conducción de la Confederación General del Trabajo (CGT), a la que calificó como “la peor de la historia desde el retorno de la democracia”.
“Estamos representados por los peores gremialistas que ha tenido la Argentina”, disparó Rubén Sobrero. Y agregó: “Son empresarios, millonarios, que están más preocupados por la gobernabilidad que por los trabajadores. No tienen nada que ver con sus bases”.
El referente sindical no se quedó ahí. Denunció que muchos gremios funcionan como “cajas” personales y familiares, donde se imponen listas únicas y no se permite la participación de nuevas conducciones. “Hay dirigentes que se mueren dentro del gremio, los sacan en un cajón. Eso no puede ser”, sentenció.
Sobrero también apuntó directamente contra Andrés Rodríguez (UPCN), Héctor Daer y Sergio Sasia (actual titular de la Unión Ferroviaria), a quienes acusó de connivencia con el poder político y de ser funcionales a los gobiernos de turno, desde Cristina Fernández de Kirchner hasta Javier Milei. “¿A quién prefiere el poder? ¿A un Daer o a un Sobrero? Todos los presidentes terminan negociando con ellos porque son fáciles de manejar”, afirmó.
Según el dirigente ferroviario, la raíz del problema es un modelo sindical verticalista que impide la democracia interna y favorece la perpetuidad de las cúpulas. “Cuando hay democracia sindical y las cosas se deciden en asambleas, al poder se le complica. Por eso permiten las listas únicas”, explicó.
Frente a este panorama, Sobrero llamó a una renovación profunda del movimiento obrero y pidió que el 1° de Mayo sea una oportunidad para repensar el rol de los sindicatos. “Necesitamos un tsunami que se lleve puestos a todos estos dirigentes. Hace falta un sindicalismo fuerte, con democracia, que defienda de verdad los intereses de los laburantes”, sostuvo.
El referente también denunció la precarización laboral, la pérdida de conquistas sociales y la complicidad de las cúpulas sindicales con políticas de ajuste: “Firmaron aumentos salariales del 1 por ciento con una inflación del 45. ¿De qué lado están?”, se preguntó. Y remarcó que muchos sindicatos avalan despidos, tercerizaciones y condiciones laborales indignas.
Finalmente, cuestionó la pasividad frente a la actual situación económica y reclamó un paro general de 36 horas con un programa de lucha serio. “No se trata de hacer un parito para descomprimir. Hay que organizarse y enfrentar a este gobierno con propuestas concretas: qué hacer con la deuda, con la reforma laboral, con los recursos naturales, con la banca. Eso es lo que debería discutir el movimiento obrero”, concluyó. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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