Villa Gesell y el fantasma del Dubrovnik: Clausuran dos dependencias municipales por peligro de derrumbe

Ante el evidente riesgo de derrumbe, un edificio de la ciudad en el que funcionan varias dependencias gubernamentales acaba de ser clausurado por orden de la propia municipalidad de Villa Gesell de ese distrito. La orden se toma en un contexto sensible para la localidad costera: hace apenas seis meses se vino abajo la torre principal del Dubrovnik, un céntrico apart hotel de diez pisos en el que murieron nueve personas tras un colapso del que aún no se conocen ni las causas ni los culpables. 

Todo comenzó cuando una vecina del edificio en ubicado en la avenida 3 entre Paseos 135 y 136 advirtió ruidos y rajaduras en la estructura. Automáticamente se comunicó con el cuartel local de bomberos, quien envió una dotación acompañada de una cuadrilla del municipio que conduce Gustavo Barrera. Constatadas las averías señaladas por la mujer, personal municipal ordenó la inmediata evacuación y clausura “por riesgo estructural” de la estructura de tres pisos emplazada en el tramo sur de la 3, principal arteria geselina. Además se colocaron fajas de acceso en todas las entradas. La decisión lleva la firma de la dirección de Obras Particulares y de Inspección de Edificios Privados y Espacios Públicos, por caso la misma cartera que había llevado adelante la cuestionada clausura del Dubrovnik dos meses antes de su derrumbe, medida que la Justicia debe investigar si fue efectiva y debidamente controlada. 

El edificio clausurado por la comuna (Foto: REALPOLITIK).

El edificio en cuestión tiene tres plantas. En el primero y segundo piso funcionan varios departamentos. Mientras tanto, la planta baja está ocupada por dos locales alquilados a la propia municipalidad para la instalación de dependencias gubernamentales. Una, la más grande y a la altura 3538 de la avenida 3, es un salón que corresponde a un centro cultural denominado Homero Manzi, donde durante varios años y hasta la clausura funcionaban diariamente numerosos y concurridos talleres gratuitos. La otra, en tanto, está en la numeración 3536 de la 3 y pertenece a ARVIGE, la Agencia de Recaudación de Villa Gesell, en cuyas tareas —curiosamente— se incluye la revocación de habilitaciones a comercios que no cuentan con los requisitos necesarios para abrir al público. Ahora es su propio local quien debió ser cerrado. 

Las puertas tanto del Centro Cultural Homero Manzi como de la ARVIGE dan a la avenida principal de Villa Gesell y están cerradas con fajas de clausura. Ahora resta saber cuál es el verdadero problema edilicio, ya que si bien está evacuada igualmente reviste peligro para las construcciones linderas: un chalet y el apart hotel de un sindicato. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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