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Pablo Díaz, director de la consultora Mercados & Estrategia, dialogó con RADIO REALPOLITIK FM (www.realpolitik.fm) sobre el actual escenario político argentino, marcado por una creciente polarización emocional y una pérdida del eje ideológico en los discursos públicos.
Según el analista, el reciente enfrentamiento entre La Libertad Avanza y el Pro, evidenciado tras el fracaso del proyecto de Ficha Limpia, no responde a diferencias ideológicas profundas, sino a una lógica de antagonismos emocionales: “Ya no se discuten ideas ni proyectos, sino afectos, odios y amores. Y eso genera una polarización donde no hay lugar para el pensamiento crítico”.
En ese sentido, explicó: “La política ya no puede convencer con ideas porque la sociedad ha dejado de creerle. Entonces empieza a construir desde lo afectivo, desde la polarización emocional, donde los míos son los buenos y los otros son los malos”. Para Díaz, este fenómeno se enraíza en una sociedad profundamente frustrada por décadas de promesas incumplidas: “El odio no lo genera la política, está instalado en la sociedad y la política se lo apropia para armar su receta”.
El director de la consultora Mercados & Estrategia citó al filósofo Ernesto Laclau y su concepto de “política agonal”, para describir cómo los espacios políticos construyen identidades en oposición a un enemigo. Así, tanto en el oficialismo como en la oposición, “vemos que hasta ayer eran aliados y hoy están enfrentados, pero no porque piensen distinto, sino porque necesitan marcar esa dicotomía”.
Díaz también se refirió al fallido intento de diálogo entre Pedro Rosenblat y Eduardo Feinmann como un ejemplo claro del rechazo que genera cualquier gesto de conciliación en este clima: “Lejos de generar tranquilidad, esa conversación enerva a sus seguidores. Porque en esta lógica, cualquier intento de diálogo es castigado”.
Asimismo, advirtió sobre el rol amplificador de las redes sociales en esta dinámica: “Los algoritmos premian el odio y castigan lo positivo. Generan burbujas que retroalimentan el enfrentamiento. Si sos kirchnerista, Feinmann es tu enemigo; si sos de La Libertad Avanza, Rosemblat es el enemigo. No se acepta que se sienten a conversar”.
Finalmente, Díaz trazó una diferencia con la polarización del pasado: “Antes se discutían ideas, y eso dejaba lugar para que apareciera una tercera vía. Hoy, con la polarización afectiva, no hay espacio para la tibieza. Cualquier discurso moderado, de diálogo, es castigado”. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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