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La Unidad de Operaciones Especiales del Norte, ubicada en Salta y dependiente de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), se encuentra en el ojo de la tormenta tras una denuncia formal ingresada bajo el número 23587/2025, que alerta sobre una serie de irregularidades y abusos de autoridad por parte de su actual conducción.
La presentación, ya asentada ante el ministerio de Seguridad nacional bajo el número 23587/2025, que encabeza Patricia Bullrich, apunta directamente contra el comisionado mayor Diego Martín Schwalb, jefe de la Unidad, y su superior, el comisionado General Cristian Castrichini, jefe Regional del Norte, por una trama de arbitrariedades, maltrato laboral, uso discrecional de recursos públicos y encubrimiento sistemático dentro de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).
Según el documento al que tuvo acceso REALPOLITIK, desde que Schwalb asumió el mando, el clima laboral se deterioró gravemente debido al trato autoritario y desigual que impone sobre el personal. Se registraron múltiples pedidos de retiro y carpetas médicas por estrés, especialmente entre agentes con años de trayectoria. El jefe de unidad, lejos de promover un entorno profesional, consolidó un esquema de hostigamiento y privilegios selectivos.
Entre los hechos más preocupantes, se detalla que Schwalb construyó un quincho y un gimnasio dentro del predio oficial, con materiales presuntamente conseguidos a través de donaciones informales, con la intención -según testimonios- de recibir a su familia. Pero eso no es todo: actualmente reside en la misma unidad, sin pagar alquiler y utilizando todas las instalaciones del lugar como si se tratara de una propiedad privada. Según los denunciantes, cuando fue consultado por esta situación, afirmó con total impunidad: “Puedo hacer lo que quiera porque tengo el aval del jefe Regional Castrichini”.
La denuncia también revela un manejo discrecional de los francos y licencias: mientras un grupo reducido de agentes cercanos al jefe goza de permisos extendidos sin dejar constancia en los registros oficiales -lo que configura una presunta falsificación administrativa-, al resto del personal se le niegan licencias incluso cuando se justifican por razones médicas o familiares.
Otro punto crítico es el uso personal y exclusivo de un vehículo oficial, una Citroën Berlingo blanca sin identificación institucional visible, que Schwalb utiliza para sus traslados privados y viajes recreativos. El vehículo ni siquiera figura en los libros de novedades como exige el reglamento interno, y actualmente se encuentra deteriorado tras años de mal uso. Parte de las reparaciones, según la denuncia, fueron hechas por un subordinado bajo instrucciones informales, sin intervención oficial.
Todo este entramado de irregularidades, abusos y arbitrariedades es conocido y avalado por el comisionado General Castrichini, quien no solo no ha intervenido, sino que autoriza a Schwalb a realizar frecuentes viajes a Buenos Aires en fines de semana largos, otorgándole beneficios negados al resto de los agentes.
El silencio institucional refuerza la impunidad: no es la primera vez que ambos funcionarios son señalados por este tipo de conductas. Existen antecedentes de sanciones dentro de la misma unidad, pero las prácticas continúan, alimentadas por la inacción y el encubrimiento jerárquico.
La denuncia solicita la intervención urgente del ministerio de Seguridad, una auditoría de los registros internos de la unidad, la apertura de sumarios disciplinarios y la remoción preventiva de ambos jefes hasta tanto se esclarezcan los hechos.
En un contexto donde el discurso oficial promete transparencia y eficiencia en las fuerzas de seguridad, esta denuncia expone la persistencia de viejas prácticas autoritarias, privilegios indebidos y malversación encubierta de recursos públicos, ahora bajo la gestión de Alfredo Hernán Gallardo, actual titular de la PSA a nivel nacional. Mientras tanto, el personal subordinado sigue esperando una señal clara de que el respeto institucional y la igualdad ante la ley no son solo palabras vacías. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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