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Dirigentes de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) Minoridad, alineados con la campaña de Axel Kicillof, impulsan un armado político mientras pactan con gremios aliados un ajuste encubierto que recae sobre los trabajadores con la inminencia del nuevo reglamento, salarios de miseria y amenazas a la representación sindical disidente.
Mientras en los dispositivos de Minoridad crece el malestar por los sueldos de miseria, las extensas jornadas laborales y el desgaste permanente que atraviesan quienes están en la primera línea, en las oficinas ejecutivas del Organismo Provincial de Niñez y Adolescencia (OPNyA) la dirigencia gremial parece tener otras prioridades. Según pudo saber REALPOLITIK, se está gestando una agrupación política con terminales en la conducción de Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y vinculaciones directas con la campaña de Axel Kicillof.
Los nombres propios no son nuevos, pero esta vez aparecen alineados con una estrategia de armado político que tendría como base el aparato de ATE Minoridad. Todos, según denunciaron fuentes sindicales a este medio, con un único objetivo: convertirse en los operadores territoriales de una estructura que juegue para el gobernador.
La última reunión política se celebró en un distrito del conurbano norte, donde se sellaron pactos con gremios satélite como Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (SOEME) y Sindicato de Salud Pública de la provincia de Buenos Aires (SSP, exUTANYA), y se consolidó un coro de porristas gremiales que, montados sobre la espalda de los trabajadores, garantizan para las cúpulas sindicales cargos jerárquicos y categorías privilegiadas. Todo mientras el resto del personal sostiene un régimen laboral cada vez más precarizante.
En ese marco, avanza sin resistencia el nuevo reglamento interno que incluye el régimen horario de 12x36, una modalidad que en los hechos duplica la carga horaria sin mejorar las condiciones salariales. La apuesta de la dirigencia parece clara: disciplinamiento a cambio de poder político. Los terminales gremiales bajan línea a sus superiores asegurando que todo está bajo control. Pero puertas adentro, el clima está lejos de ser estable: "Están bailando sobre la cubierta del Titanic", graficó con crudeza una fuente consultada.
Consultado por REALPOLITIK, el secretario de Minoridad del Sindicato de Trabajadores Auxiliares No Docentes Administrativos y Minoridad (STANDAYM), Pablo Lenz, alertó sobre esta situación: “Los trabajadores no están solos. No vamos a permitir que avancen contra nuestras familias, nuestro trabajo y nuestra dignidad”. Y recordó que el gremio cuenta con ámbito de acción en todo el territorio nacional, respaldado por la ley 23.551 y los tratados internacionales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La aclaración no es menor. En los últimos días, circularon objeciones de jurisprudencia distribuidas a todas las direcciones de los dispositivos del OPNyA, en un intento de desconocer la representación del gremio disidente. Una maniobra que, en paralelo con los avances del nuevo reglamento, huele a intento de silenciamiento.
“No puede ser que quienes se dicen peronistas estén llevando adelante un ajuste que ni el propio Javier Milei con su mejor motosierra hubiera imaginado”, disparó Lenz. Mientras la dirigencia sindical hace campaña, los trabajadores siguen solos en sus puestos, sosteniendo un sistema que hace agua por todos lados. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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