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11 de mayo de 2025 | Nacionales

Una nueva casta

Lujos: Gerardo Werthein gastará una suma multimillonaria en choferes privados

El titular del ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Gerardo Werthein, gastará casi 200 millones de pesos en choferes privados, en una licitación que refleja el contraste entre el discurso de austeridad del gobierno de Javier Milei y los privilegios que mantienen sus funcionarios.

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por:
Abigail Luna

Aún con tratos dignos del clero y desprecio a los simples mortales (la nobleza), los funcionarios públicos siguen usando la caja del estado para satisfacer sus necesidades monárquicas. Esto se vio reflejado en la contratación del servicio de choferes privados para eventos protocolares del ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, a cargo de Gerardo Werthein.

De acuerdo a la página de licitaciones públicas, la cartera del canciller elevó una solicitud para contratar un servicio de choferes por el lapso de seis meses que debe encargarse de trasladar al titular de alto rango ministerial a los eventos protocólales que vayan a darse en esos meses. La suma estimada para tal gustito es de 193.190.400 de pesos; aunque, claramente, al tratarse de una estimación podría variar de acuerdo a cuál oferta sea la confirmada.

Hasta ahora, dos oferentes cumplieron con los requisitos y exigencias del ministerio: Quick Car SA, la empresa que preside Walter Adrián Abadía y que ofertó 183.456.000, y Organizaciones de Remises Universal SRL, de Salvador Pedro Boniface, con 206.040.000. En ambos casos, las ofertas exceden el presupuesto inicial. 

Una nueva casta

Este caso no es un hecho aislado en el gobierno que pregona la austeridad. Un ejemplo paralelo lo encontramos en la secretaría de Comunicación y Prensa de la Presidencia de la Nación Argentina, encabezada por el vocero presidencial Manuel Adorni, cuya gestión también parece desenvolverse con una generosidad que contrasta con el discurso de recorte. Según el informe presentado por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en el Congreso, la secretaría de Adorni maneja un presupuesto anual cercano a los 30.000 millones de pesos, una suma que incluye los fondos absorbidos de la disuelta secretaría de Prensa. De acuerdo con los detalles oficiales, para el ejercicio 2025 se asignaron exactamente 25.412.859.403, a los que se sumaron 4.437.005.420 transferidos por la reestructuración administrativa, totalizando 29.849 millones.

Dentro de este abultado presupuesto, se destinan 6.289 millones al pago de personal, que incluye a 249 empleados -41 más que en noviembre de 2024-. Entre ellos, destacan cuatro choferes (tres más que los registrados en el mismo período del año anterior), 52 asesores, 19 cargos directivos y hasta una arquitecta, cuya función específica resulta, cuanto menos, enigmática en una secretaría dedicada a la comunicación. La incorporación de choferes adicionales en la estructura de Adorni no solo refleja una coincidencia con los gastos de Werthein, sino que refuerza la percepción de que ciertos funcionarios priorizan su comodidad por encima de la coherencia con el relato de eficiencia y contención del gasto público.

Mientras Werthein justifica su millonaria licitación en la necesidad de traslados protocolares, Adorni incrementa el número de choferes en una secretaría que, en teoría, debería enfocarse en la comunicación y no en la logística de traslados. En ambos casos, los montos y las prioridades despiertan cuestionamientos: ¿Es realmente imprescindible destinar cientos de millones a choferes privados cuando el propio presidente Javier Milei insiste en la necesidad de recortar el gasto público? ¿Qué mensaje se envía a una población que enfrenta ajustes económicos mientras observa cómo sus funcionarios se desplazan con privilegios monárquicos?

La licitación de Werthein, al igual que los gastos de Adorni, pone en evidencia una contradicción flagrante entre el discurso oficial y las prácticas de ciertos sectores del gobierno libertario. Mientras los ciudadanos son exhortados a hacer sacrificios, la casta libertaria parece decidida a mantener sus prerrogativas, con choferes privados, presupuestos abultados y una estructura que crece en lugar de ajustarse. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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